«Ahí tienen ustedes un obsequio». Con la mirada, el trabajador del hotel dirigió a los inquilinos hacia dos botellas misteriosas que no eran más que agua. Nada más y nada menos, porque el líquido elemento, en Bali, es caro, preciado y escaso, como ocurre en buena parte de mundo, tanto que ya se barrunta que el acceso al agua podrá desencadenar guerras futuras.
Michael Corleone, hijo de Don Vito del que heredó el apellido y, a su pesar, el título de Padrino de una próspera familia mafiosa neoyorquina, solo se casó una vez por amor.
El Castillo de Santa Catalina, donde está el Parador de Turismo de Jaén, fue destrozado por las tropas napoleónicas en 1812. En 1970, un compatriota, pasó parte de sus últimos días de vida en este alojamiento. Buscaba paz para escribir sus memorias y descubrió una tierra que le encandiló y que recuerda su paso.
Sicilia es un desastre, un caos, un pedazo de tierra decadente que flota en el Mediterráneo, pero nadie debería de morir sin vivir en ella, al menos unos días.
La Legión Cóndor bombardeó la capital jiennense el 1 de abril de 1937. Unas trescientas personas murieron, la mitad por los proyectiles nazis, lanzados por orden de los sublevados y la otra mitad fusilados, en represalia, por la República.
El cambio geopolítico que supone la anexión de Crimea por la Rusia «imperial» de Putin tiene una curiosa lectura desde el pueblo de Salem, conocido por su caza de brujas.
Un arquitecto alemán tiene la culpa de haber destrozado o, por el contrario, haber creado un oasis de modernidad, en el centro de Sevilla, la ciudad que alberga uno de los mayores templos de la Iglesia Católica y conocida, sobre todo, por sus tradiciones.
No es tan fácil cenar en Francia como parece. Relato breve, para tentar, sobre una reunión en torno a una mesa.
Las ansias de independencia de Catalunya y la extraña relación que unió a Salvador Dalí y a su amada musa, una suerte de madre con la que se casó, llamada Gala. En Púbol se da esta extraña combinación de elementos aparentemente inconexos.