Idi Amín, dictador de Uganda
 La figura de Idi Amín es relativamente famosa en Occidente. El reportaje-entrevista titulado General Idi Amín Dada: autorretrato (Général Idi Amin Dada: Autoportrait, 1974) de Barbet Schroeder o la película El último rey de Escocia (The Last King of Scotland, 2006) se encargaron de darle esta popularidad.
Amín es posiblemente uno de los líderes más despóticos y sanguinarios de África, pese a que algunas de sus acciones le hicieron ganar la simpatía de una parte considerable de su pueblo así como de los árabes. Su figura sigue envuelta en algunos rumores relacionados con sus supuestas tendencias caníbales.
En el siguiente artículo hablaré de su gobierno, inspirándome en el citado reportaje y buena parte de las hemerotecas de El País y ABC.
Antecedentes.
El territorio que hoy conocemos como Uganda fue un protectorado británico entre 1896 y 1962, fecha en la que alcanza la independencia. Para entender el origen de la República de Uganda debemos conocer a dos figuras cruciales: Milton Obote y el rey Mutesa II.
Obote era un estudiante universitario que funda en 1955 el Congreso Nacional de Uganda, el cual buscaba la independencia de la nación. Bajo dominio británico, Obote será elegido miembro de la Asamblea Legislativa del país. A causa de divergencias con miembros de su partido, se convertirá en el líder del partido escindido Congreso Popular de Uganda, apoyándose en los grupos étnicos acholi y lango.
Mutesa II era rey de Buganda, una zona situada al sur del territorio que comprendía el Protectorado Británico de Uganda. Al igual que su padre, gobierna Buganda mediante un sistema monárquico constitucional. Intentará convencer a los británicos de asegurar la independencia de Buganda respecto al resto del territorio, pero no lo conseguirá.
«El gobierno de Obote estuvo implicado en el contrabando de marfil y oro entre Uganda y el Zaire. A cambio de estos productos, Uganda concedía suministros de armas a las tropas hostiles al gobierno socialista congoleño».
Finalmente, Obote y Mutesa II se unirán en coalición y conformarán un gobierno tras la indepedencia. Mutesa II se convertirá en el primer presidente de la República de Uganda sin abandonar por ello sus derechos monárquicos sobre Buganda. Obote será Primer Ministro.
El gobierno de Obote estuvo implicado en el contrabando de marfil y oro entre Uganda y el Zaire. A cambio de estos productos, Uganda concedía suministros de armas a las tropas hostiles al gobierno socialista congoleño. Al ser descubierto esto en 1966, el parlamento ugandés exige una investigación. Obote se negará y en su lugar, suspenderá la Constitución y arrestará a varios miembros de su gabinete. Mutesa II será suspendido de su puesto como presidente y se exiliará en Gran Bretaña, quedando abolido el sistema monárquico de Buganda. Finalmente, Obote se autoproclamará presidente de Uganda, puesto que mantendrá hasta el golpe de estado del general Idi Amín en 1971.
Orígenes de Idi Amín.
a) Infancia y juventud. Poco se conoce acerca de los orígenes de Idi Amín. La escasa información que disponemos la otorga Fred Guweddeko, de la Universidad de Makerere. Según este autor, Amín nació en Kampala (capital de Uganda) en 1925. Su padre era de la tribu kakwa y pasó del catolicismo a convertirse al Islam, cambiando su nombre Andreas Nyabire por Amín Dada. Este nombre patronímico sería luego los apellidos de su hijo.
Al parecer, su padre le dejará al cuidado de la familia de su madre, de la tribu lugbara. En 1941 realizará estudios de Lengua Inglesa en la escuela islámica de Bombo antes de ser obligado a formar parte del ejército colonial británico. Su altura (1,93 metros) y su corpulencia le convertirán en un buen boxeador, siendo campeón de Uganda entre 1951-1960, además de un gran nadador y jugador de rugby.
 b) Oficio militar. Amín fue alistado en los Fusileros Africanos del Rey (KAR), los cuales formaban parte del Ejército Colonial Británico en 1945. Durante la Segunda Guerra Mundial sirve en la campaña contra el Imperio Japonés en Birmania. Más tarde, ejercerá de pinche de cocina para los Fusileros. 
En 1947 será llevado como soldado de infantería a Kenia, sirviendo en el 21º Batallón de Infantería de los Fusileros en Gilgil, aunque en 1949 este cuerpo será desplegado a Somalia para combatir a los rebeldes shifta. En 1952 combatirá a la rebelión conocida por el nombre de Mau-Mau, rebeldes keniatas que combatían al Imperio Británico.
«Su altura (1,93 metros) y su corpulencia le convertirán en un buen boxeador, siendo campeón de Uganda entre 1951-1960, además de un gran nadador y jugador de rugby».
Amín confesaría en 1979 a una revista francesa que él no era caníbal porque «lo prohíbe la religión islámica», pero que tras haber sido «capturado por una tribu Mau-Mau fui obligado a comer carne humana junto a soldados británicos». No obstante, esto no confirma que fuera caníbal como se piensa comúnmente, ya que, según dice, fue obligado a hacerlo.
Por este servicio, Amín será ascendido a suboficial en 1959 (el mayor rango para un negro dentro del ejército colonial) y en 1961 a teniente, convirtiéndose en uno de los primeros ugandeses en ascender a este cargo. Tras la independencia de Uganda en 1962, será ascendido a capitán y en 1963 a comandante. Un año más tarde obtendrá el segundo cargo de mayor importancia al mando del ejército ugandés.
Durante la presidencia de Mutesa II, Amín estuvo implicado junto con Obote en el contrabando de marfil y oro con el Zaire. Tras la suspensión de la constitución, Amín comenzará a obtener mucha influencia en el ejército, haciendo que Obote sospeche de él. En 1969, unos conspiradores intentarán asesinar a Obote, pero acabarán fracasando. Pierino Okoya (brazo derecho del presidente Obote) acusará a Amín de estar detrás de aquello y lo tachará de «cobarde», lo que provocaría su propia muerte. Un año más tarde, Obote se auto-proclamará único líder de las Fuerzas Armadas y degradará a Amín.
Entre esto y unas acusaciones de malversación de fondos de dinero del Ejército, Amín decidirá pronto un golpe militar contra Obote. 
Golpe de Estado (1971).
Amín decide tomar el poder el 25 de enero de 1971, aprovechando que Obote se encontraba en Singapur en una cumbre de la Commonwealth. Los partidarios de Amín cierran el aeropuerto internacional de Entebbe, principal acceso a Uganda y ocupan militarmente la capital, bloqueando las carreteras.
A través de un mensaje radiado, se acusó al gobierno de Obote de corrupción, defendiendo la creación de un gobierno de transición militar hacia una auténtica democracia. Amín afirmaba que no estaba interesado en las cuestiones políticas, pero se mantendría como líder nacional provisionalmente hasta que se volviera a instaurar la democracia. El 2 de febrero de 1971 se auto-proclama presidente de Uganda, comandante en jefe de las Fuerzas Armadas y Jefe de los Estados Mayores del ejército de tierra y del aire. Como medidas de buena voluntad, liberó a diferentes presos políticos y, debido a la muerte de Mutesa II en el exilio (1969), se le concedió un funeral de Estado en abril de 1971.
«El 2 de febrero de 1971 se auto-proclama presidente de Uganda, comandante en jefe de las Fuerzas Armadas y Jefe de los Estados Mayores del ejército de tierra y del aire».
Poco a poco, fue convirtiendo a Uganda en un auténtico régimen autoritario a través de los Tribunales Militares, disolvió la Unidad de Servicio General (agencia de inteligencia creada por el gobierno de Obote) y la reemplaza por la Oficina de Investigación de Estado. En el cuartel de este organismo tendría lugar las torturas y ejecuciones por las que sería característico el régimen de Amín. Además, para perseguir a los disidentes, crea la Policia Militar y la Unidad de Seguridad Pública.
Obote se refugiaría en Tanzania protegido por el gobierno de Julius Nyerere. Este país acogerá a miles de refugiados ugandeses durante el régimen de Idi Amín (alrededor de 20.000). Estos refugiados serán de mucha importancia para el derrocamiento de Amín años más tarde.
Pese a que Amín prometió devolver la democracia a Uganda, éste se auto-proclamará presidente vitalicio del país en 1976.
Gobierno de Amín
 a) Represión y xenofobia. El régimen de Idi Amín es responsable de la muerte de 300.000 personas aproximadamente. Otras fuentes apuntan a una cifra mayor de muertos, pero la que indico es la más aceptada entre los historiadores.
Su primera medida represora será una purga del ejército contra partidarios de Obote, destacando entre ellos los grupos étnicos acholi y lango, a los cuales beneficiaba durante su gobierno. Alrededor de 5.000 militares de estas etnias serán asesinados.
Entre sus víctimas se encontraban sospechosos de conspiración contra su gobierno, como el arzobispo anglicano Janani Luwun, dos de sus ministros (Wilson Oryema y Charles Oboth Ofumbi), el vicerrector de la Universidad Makerere (Frank Kalimuzo), el dramaturgo Byron Kawadwa o personajes destacados bajo la presidencia de Obote, como el antiguo primer ministro y jefe de Justicia (Benedicto Kiwanuka) o el antiguo gobernador del Banco Central de Uganda (Joseph Mubiru).
También eran ejecutados los guerrilleros del Fronsa (Frente para la Salvación Nacional), consiguiendo desestructurar su organización en 1973. Esta organización intentará asesinar en numerosas ocasiones a Amín a través de atentados terroristas sin éxito. Los misioneros protestantes norteamericanos serán víctimas frecuentes de los partidarios de Amín, llegando a conseguir las condenas del presidente estadounidense James Carter en 1977. Tras esto, Amín se comprometió (no se sabe si de forma sincera o interesada) a protegerlos de sus partidarios. 
A menudo, los cadáveres de los asesinados no eran puestos en fosas comunes. En lugar de ello, eran lanzados a los ríos para que los devoraran los cocodrilos. Existen rumores de que a Amín le gustaba congelar los cuerpos de sus víctimas para contemplarlos después, algo que se ha mostrado en la película El último rey de Escocia, pero esto parece no tener fundamento. Cabe mencionar que algunas de sus esposas (era polígamo) también fueron asesinadas.
«A menudo, los cadáveres de los asesinados no eran puestos en fosas comunes. En lugar de ello, eran lanzados a los ríos para que los devoraran los cocodrilos».
Al margen de la represión contra su propio pueblo, Amín se comportó de forma xenófoba contra los habitantes hindúes de Uganda. En medio de lo que llamó una «guerra económica», el régimen ugandés se propuso a expropiar las propiedades de los asiáticos, ordenando además la expulsión de los mismos del país. Estos hindúes habían llegado a Uganda en época colonial británica (al igual que en el caso de Sudáfrica) y habían obtenido fortuna allí. No obstante, buena parte de estos hindúes servían de mano de obra en las plantaciones de café y algodón, principales sectores económicos de Uganda. Sus propiedades fueron entregadas a los partidarios de Amín.
El 4 de agosto de 1972, Amín emite un decreto que ordena la expulsión de aquellos hindúes que no tuvieran la nacionalidad ugandesa, sino pasaporte británico. Sin embargo, posteriormente llegó a expulsar a 800.000 hindúes de nacionalidad ugandesa.
La expulsión de los hindúes tuvo consecuencias desastrosas para Uganda, ante la falta de experiencia a la hora de gestionar los negocios. La industria colapsará ante la carencia de mano de obra.
 b) Relaciones internacionales. Al principio, el régimen de Idi Amín gozaba del beneplácito de Gran Bretaña (antigua potencia colonizadora) y del Estado de Israel, el cual asesoraba militarmente al ejército ugandés. En el reportaje citado, Amín habla de la gran amistad que mantuvo con la primera ministra israelí Golda Meir, apareciendo en una fotografía con ella.
Sin embargo, poco después se volvería anti-sionista, convirtiéndose en el primer líder de un país africano no-árabe en romper sus relaciones diplomáticas con Israel. Por este motivo alcanzará mucha popularidad en el mundo árabe, ganándose la amistad del líder palestino Yasser Arafat, siendo éste padrino de una de sus bodas. En el mismo reportaje afirma, muy probablemente de forma exagerada, que fue él quien convenció a Fidel Castro de apoyar la causa palestina. El episodio del secuestro de un avión con pasajeros israelíes, que veremos más adelante, será el más grave de su conflicto con Israel. 
«Poco después se volvería anti-sionista, convirtiéndose en el primer líder de un país africano no-árabe en romper sus relaciones diplomáticas con Israel».
Por otro lado, Amín no será meramente anti-sionista, sino que manifestará un perfil claro de antisemitismo. Así mismo, hizo declaraciones favorables a Adolf Hitler, lamentando que «debería haber matado a más judíos». En el reportaje aludía a un texto que «los judíos no dejan que se lea» (en relación a Los Protocolos de los Sabios de Sión) e hizo declaraciones favorables hacia el grupo terrorista palestino Septiembre Negro, responsable de la Masacre de Munich de 1972. 
Con respecto a Gran Bretaña, Amín romperá sus relaciones diplomáticas en 1976 y nacionalizará 85 empresas de propietarios británicos. Al sentirse victorioso ante la ruptura con los británicos, pasó a denominarse el «Conquistador del Imperio Británico» y «el último rey de Escocia». 
EEUU cerrará su embajada en Uganda en 1973 tras los consejos del embajador Thomas Patrick Melady de romper sus lazos con aquel régimen. Posiblemente también tuviera que ver en esta decisión el apoyo de Amín a los árabes durante la Guerra de Yom Kippur contra Israel (1973).
Tras la expulsión en 1972 de los ciudadanos hindúes, la India también romperá sus lazos con Uganda. Como curiosidad, en 1968, cuando era uno de los más importantes líderes del ejército y durante la presidencia de Obote, recibió la visita del famoso gurú Sathya Sai Baba, uno de los líderes espirituales del actual presidente venezolano Nicolás Maduro. 
Con relación a España, el régimen de Francisco Franco le regaló una espada toledana y un equipo de TVE hizo lo propio con un pergamino. Por su parte, Amín escribió una carta a Franco explicándole cómo resolver la problemática con el Sáhara Occidental, aunque desconozco el contenido de la misma. En los años finales del régimen de Amín, unos militares ugandeses visitaron España en 1979 bajo el gobierno de Adolfo Suárez a negociar la compra de armamento. Sin embargo, estas ventas de armas nunca llegaron a efectuarse.
Tuvo serias pretensiones territoriales sobre zonas de Sudán y de Kenia, afirmando que las mismas formaban parte de Uganda bajo el Protectorado Británico. Sin embargo, Kenia no tenía intenciones de renunciar a su territorio, desplegando sus tropas sobre la frontera con Uganda. Esto sirvió para persuadir a Idi Amín.
Uganda bajo el régimen de Amín ingresaría en el Bloque de Países no alineados, sin que ello impidiera que la Unión Soviética le vendiera armamento. Esto formaba parte de la ayuda al Tercer Mundo que se había aprobado durante el gobierno de Nikita Kruschev. En el reportaje, Amín afirma que busca alcanzar «tanto los aspectos positivos del capitalismo como del comunismo». No obstante, la gran aliada de Uganda sería la Libia del coronel Muammar al- Gadafi. Además de recibir ayuda financiera de Gadafi, las tropas libias combatirían junto a las ugandesas en el conflicto contra Tanzania. 
c) Presidencia de la Organización de la Unidad Africana. En 1975, la Organización de la Unidad Africana nombró a Idi Amín como su presidente honorario. Éste aprovechó esta plataforma política para ganarse el apoyo de diferentes gobiernos africanos. El 1 de octubre de este mismo año, en su calidad de presidente de la OUA se dirigió a la Asamblea General de Naciones Unidas para atacar al sionismo, afirmando que los sionistas controlaban el poder en EEUU: «Los Estados Unidos de América han sido colonizados por los sionistas que tienen todas las herramienta de desarrollo y poder. Virtualmente son los dueños de todos los bancos, las mayores industrias de manufactura y procesado, y los mayores medios de comunicación; y se han infiltrado tanto en la CIA que está siendo una gran amenaza para las naciones y pueblos que se opongan al atroz movimiento sionista. Ellos han vuelto a la CIA en un escuadrón asesino para eliminar toda forma de resistencia en cualquier parte del mundo».
«La gran aliada de Uganda sería la Libia del coronel Muammar al- Gadafi. Además de recibir ayuda financiera de Gadafi, las tropas libias combatirían junto a las ugandesas en el conflicto contra Tanzania».
En 1976, el secretario general de las Naciones Unidas, el austríaco y ex nazi Kurt Waldheim, alabó la personalidad de Idi Amín y su gestión al frente de la OUA. Amín, por su parte, pide a los diferentes movimientos independentistas de África que se unan en la lucha y que posteriormente prohibieran la «prensa imperialista» como había hecho él en Uganda.
Condenó el régimen del Apartheid sudafricano, aunque por otro lado, envió tropas al Congo para defender al régimen dictatorial de Mobutu Sese Seko. Además, alabó a los combatientes internacionalistas cubanos que defendían los procesos revolucionarios de diferentes pueblos africanos como Etiopía o Angola, ofreciéndoles Uganda como lugar de vacaciones. No obstante, los soldados cubanos nunca combatieron al lado de Idi Amín. 
d) Operación Entebbe. Como parte de su apoyo a la causa palestina, Amín recibió en 1976 en el aeropuerto de Entebbe a un avión de Air France, el cual había sido secuestrado por militantes del Frente Popular para la Liberación de Palestina-Maniobras Externas (escisión del Frente Popular para la Liberación de Palestina original) en Atenas. Previamente, habían parado a repostar en Libia. Con aquel secuestro pretendían negociar con Israel un canje de prisioneros. 
Parte de los pasajeros (un total de 156) no eran judíos y fueron liberados y puestos a salvo a través de la mediación de Idi Amín con los palestinos. Sin embargo, 83 ciudadanos de Israel fueron cogidos como rehenes junto con otras veinte personas que se negaron a abandonarlos, entre ellos el capitán del avión. Esto desencadenó una respuesta de las Fuerzas de Defensa de Israel, en colaboración con el Mossad. A esta respuesta se le denominó Operación Thunderbolt («Operación Relámpago»), más conocida popularmente como «Operación Entebbe».
El aeropuerto de Entebbe había sido construido por ingenieros israelíes, por lo que conocían perfectamente sus instalaciones. Volaron a baja distancia para no ser detectados por ningún radar durante 7 horas. Al llegar, aterrizaron y controlaron al instante el aeropuerto. Unos carros blindados que habían transportado en el avión descendieron a la pista e hicieron estallar a los aviones que podrían ser usados por los ugandeses para perseguirles. Los siete secuestradores cayeron en combate por los israelíes, aunque ellos perdieron a un soldado y a tres rehenes debido a que los soldados ugandeses les dispararon desde la torre de control del aeropuerto. No obstante, constituye la operación más exitosa de los servicios de inteligencia de Israel. Cabe destacar el apoyo del gobierno de Kenia, que permitió repostar combustible a los israelíes sobre su territorio. 
Durante el secuestro, Idi Amín se había reunido con los rehenes mostrándose amable y simpático, si bien les decía que su suerte dependían de sus gobiernos: «Debo decirles que todo depende de sus gobiernos; si no llegan a un acuerdo con los palestinos, nosotros no sabemos qué puede pasar” (...) Haré todo lo que esté en mi mano para salvar sus vidas».
Tras la Operación Entebbe, Amín denunció lo que consideraba una «agresión sionista» contra su país tanto en el Consejo de Seguridad de la ONU, como en la Organización de la Unidad Africana, los Países No Alineados y la Liga Árabe. Kurt Waldheim calificó la operación del Mossad como una «flagrante agresión contra la soberanía de un Estado miembro de las Naciones Unidas». Únicamente EEUU, Francia y Gran Bretaña apoyaron el proceder israelí.
Una de las rehenes llamada Dora Bloch que había sido hospitalizada durante el secuestro y no pudo ser rescatada por los israelíes fue asesinada por militares ugandeses tras la operación por órdenes de Idi Amín como represalia. 
e) Guerra con Tanzania. Debido a la fuerte represión y al enorme nivel de pobreza al que Amín había sometido a Uganda, perdió un fuerte apoyo entre la población civil, que acabó huyendo a países vecinos e incluso uniéndose a los movimientos armados opositores en el exilio. Buena parte de los mismos se instalaron en Tanzania. Ante la negativa del presidente Nyerere de deportar a los rebeldes, Amín declara la guerra a Tanzania. El ejército ugandés anexionó la región de Kagera a su país, algo que provocó la movilización del ejército tanzano apoyado por los rebeldes ugandeses.
Los ugandeses en el exilio habían formado el Ejército de Liberación Nacional de Uganda, y en 1972 ya habían intentado derrocar al presidente Amín. Con ayuda del ejército tanzano, ocuparon un extenso territorio ugandés. Por su parte, el ejército ugandés contaba con el apoyo de tropas libias enviadas por el coronel Gadafi y algunos voluntarios palestinos. 
Pese a esta ayuda, el avance de los rebeldes no se detiene ante la superioridad armamentística y de maniobra de los tanzanos. Gadafi aconseja a su aliado ugandés retirarse, huyendo Amín en helicóptero el 11 de abril de 1979. La capital de Uganda ya había sido tomada por los rebeldes. Se trata del fin de uno de los regímenes más sanguinarios de África.
Exilio.
En un primer momento, Amín se refugia en la Libia de Gadafi. Más tarde, pedirá asilo a la familia real saudí. Los saudíes no sólo le conceden asilo, sino que además le ofrecen un subsidio a cambio de no intervenir en los asuntos políticos del país. Vivirá largos años en las dos últimas plantas de un hotel de Yeda junto a su familia.
En una entrevista a Brian Barron en 1980 afirmaba que Uganda le necesitaba, que tarde o temprano regresaría y nunca manifestó remordimientos por lo que hizo. En 1989 intentó regresar, pero fue descubierto y tuvo que volver a Arabia Saudí. Diez años más tarde concedió una nueva entrevista a un periódico ugandés, destacando lo siguiente: «Llevo una vida muy tranquila, dedicado a la religión, a Allah y al Islam».
El 20 de julio del 2003, una de sus esposas anuncia que se encontraba en estado de coma y cerca de la muerte en el hospital Rey Faisal de Yeda a causa de una insuficiencia renal. Idi Amín Dada morirá con 78 años.
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Pies de foto:
[Imagen principal] Nicolás Castell (2014) Idi Amín.
Bibliografía:
Hemeroteca de El País.
Hemeroteca de ABC.
Barbet Schroeder (dir.) (1974) General Idi Amin Dada (documental 86'). Francia: Les Films du Losange / Mara Films / TVF / Rencontres /Le Figaro.
Kevin Macdonald (dir.) (2006) The Last King of Scotland (largometraje 123'). Reino Unido; USA: Fox Searchlight Pictures / DNA Films / Filmfour / UK Film Council / Scotish Screen.
Barry Beckerman (1976) Raid on Entebbe (largometraje TV 120'). Estados Unidos: 20th Century Fox Television
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