Un escribano, allá por el siglo XIII, copiaba uno de los muchos manuscritos que pasaban por sus manos cuando pensó que escribiría más rápido si simplificaba algunos grupos de letras que se repetían demasiado. Como no entendía el hecho de que dos grafemas iguales fueran juntos o por acabar antes en su ardua tarea, decidió simplificar aquel complejo lenguaje que no entendía sin darse cuenta de que con su gesto acababa de crear la letra eñe.
Michael Corleone, hijo de Don Vito del que heredó el apellido y, a su pesar, el título de Padrino de una próspera familia mafiosa neoyorquina, solo se casó una vez por amor.