Mi vida con mí
LUIKI ALONSO Mi vida con mí

El día en que me paralizaba la muerte de David Bowie, me planteaba que la muerte es la único que aún no hemos terminado de asimilar. Muchos queríamos creer que el Duque Blanco era inmortal, que la magia que nos había hecho sentir era real, pero un puto cáncer acabó humanizándolo, mostrándolo por primera vez como alguien vulnerable y susceptible de los males terrenales; la realidad volvía a actuar como una máquina demoledora de sueños.

Cimentando a Conciencia
LUIKI ALONSO Cimentando a Conciencia

Así, sin darme cuenta, caí en la cuenta de que se había convertido en el eje de todo mi universo, yo ahora era una satélite que daba vueltas sobre ella, mi planeta, mi cuerpo celeste.

Inventando la involución
LUIKI ALONSO Inventando la involución

Durante un tiempo creí y entendí que el afán del ser humano por descubrir e inventar obedecía a unas necesidades básicas fuertemente arraigadas al instinto de supervivencia, al instinto de perpetuarnos como especie o al simple hecho de protegernos de las vicisitudes de la madre naturaleza.

El irremediable final de un principio
LUIKI ALONSO El irremediable final de un principio

Siempre me han horrorizado los comienzos. Los cobardes somos conscientes de la cantidad de cosas que hay que hacer por primera vez y durante un tiempo intentamos alargar todo lo posible el periodo en el que nos instalamos cómodamente en nuestras zonas de seguridad y convertimos nuestro día a día en costumbres, que en algún necesario instante hicimos por primera vez, aunque ahora ni siquiera recordemos cómo fue.

Ni raro, ni diferente, sino todo lo contrario
LUIKI ALONSO Ni raro, ni diferente, sino todo lo contrario

Se tarda unos años, y sufrir unos cuantos malos tragos, en entender y asimilar que lo raro, lo diferente, lo extravagante o lo peculiar son sólo eso, justamente lo que quiere expresarse con esos conceptos, que no hay nada despectivo en ellos, no hay nada malo ni peligroso en no ser como se dice que hay que ser.

La quimérica excelencia
LUIKI ALONSO La quimérica excelencia

El crecimiento personal es una línea temporal por la que caminan diferentes versiones de uno mismo que interactúan y aspiran a ser mejores que la anterior.

«Cine español» no es un nombre de género
LUIKI ALONSO «Cine español» no es un nombre de género

¿Por qué hay tanta gente que odia el cine español? ¡Así!, ¡en general!, como si del terror, la ciencia ficción o la comedia se trataran, cuando, si me apuráis, dentro de los mismos géneros hay subgéneros y películas totalmente diferentes. Por ejemplo, «Annie Hall» (Woody Allen, 1977) y «Dos tontos muy tontos» (Peter y Bobby Farrelli, 1994) se engloban en el mismo género, la comedia, ¿debería desarrollar el ejemplo, o es suficientemente gráfico?

¿Cómo desaparecer completamente?
LUIKI ALONSO ¿Cómo desaparecer completamente?

Ya veo entrar la tenue luz del día por la ventana, no debe quedar mucho para que suene el despertador y espero su incómodo sonido agarrándome a la almohada con fuerza, sabiendo que pronto no sentiré su reparadora calidez. Todo es tan fácil aquí dentro. En mi cama paso las horas intentando recordar lo que he soñado, con 15 años tus sueños son la única propiedad de la que nadie puede despojarte.

El fin de Peter Pan
LUIKI ALONSO El fin de Peter Pan

Escarbar en las profundidades del alma es el único lujo que podemos permitirnos la mayoría de los mortales. Ir a nuestros sitios secretos y recuperar una sensación en la que poder volver a regodearnos es algo que hacemos casi de manera inconsciente; únicamente hay que hacer viajes de retorno, no hace falta ni que nos movamos del sitio, una canción, un olor, una frase, una voz o una película pueden ser nuestros billetes de vuelta.

Luiki Alonso
Bibliotecario y documentalista casual, ilustrador, melómano y cinéfilo habitual