El amor eleva el alma como Cupido elevó a Psique hasta el Olimpo, le dio a probar el ambrosía de la eternidad y puso en su espalda mágicas alas de mariposa; ese efímero animal que desde entonces revolotea en muchos estómagos, con su fugaz vida y estela inmortal. Curiosa metáfora de la infinitud de un instante.
A veces, los días son chisteras de donde buscamos liberar algún conejo blanco. La magia. La magia que anhelamos porque se nos escapa, porque sus resultados son contrarios a las leyes naturales, pero, ¿qué es lo natural? ¿Qué es una ley? ¿Qué manos manifestaron la inexistencia de algo contrario a la firmeza de un hecho supuesto como verdadero?
Mi infancia son recuerdos de un patio con macetas, de un colegio religioso y una calle tranquila, nidal de voces infantiles. Mis veranos, una travesía entre olivos y aguas, azules y cristalinas, de mares dulces bajo un sol impío. Y en el hueco que separa mis pueriles realidades, junio se levanta como amapola roja, hinchada de furiosa pasión, abriéndose camino entre trigales de ceniza dorada.
Hay una imagen, creada en algún momento del pasado, por nuestra imaginación, que siempre permanece ahí. Como el fotograma superviviente de una película velada, sin un comienzo ni un final. Inmóvil y enquistado. Incapaz de hacerse preguntas; incapaz de hallar respuestas. Ajeno a la razón y los caminos de arena que recorre la conciencia.
Nuestra mente es una maravillosa máquina de ideas. Ideas, que no son más que sueños. Y sueños, que no son más que el deseo de una nueva realidad. Y la vida, al final, se convierte en un constante salto de fronteras entre estos dos mundos que ha inventado el hombre.
Dicen que el más ciego es aquel que no quiere ver. Suele suceder, que lo más sencillo, lo natural, es lo más cercano a la perfección. Hoy, en el mundo moderno continuamos poniéndonos trabas, los unos a los otros. Se nos llenan las bocas hablando de igualdad y derechos, pero apenas comprendemos lo que es eso.
¿Alguna vez te has preguntado cuál es la mágica chispa que convierte lo psicológico en algo físico? De qué forma algo que vemos nos estremece, algo que escuchamos nos hiere, algo que vivimos nos marca.
Uno de enero de cada año: el primer paso hacia cualquier objetivo. Los archiconocidos propósitos del año nuevo son hoy, lo que el calor al verano y al invierno el frío, temas que los días traen consigo y de los que no podemos escapar. Un arrebato de cansancio rutinario nos lleva hasta ellos, y el tiempo acaba por desempolvar su verdadera naturaleza: voluntades de poca fe.
Juan Eslava Galán es un ejemplo de culto a las raíces. Es el escritor más prolífico de nuestro país, premio Planeta en 1987, medalla de plata de Andalucía y consejero del Instituto de Estudios Giennenses. Dedica su vida a invastigar y dar a conocer historias lejanas de sus lugares más cercanos.
The Church of Horrors cumple su primer año como revista digital. A modo de celebración, propuse a todos los colaboradores un tema especial sobre el que inspirar sus artículos e ilustraciones: «la vuelta a las raíces». El resultado es este número, hecho desde la ilusión, la nostalgia, el amor al arte y, sobre todo, las ganas de continuar.
A menudo buscamos algo a nuestro alrededor. Nos afanamos en escudriñar paisajes, ambientes, momentos, personas... Aun a sabiendas que todo está muchísimo más cerca.
El otoño, triste estación de muerte que apaga los colores, la naturaleza cierra su círculo y expira la vida. El otoño, sensato tiempo de purificación que nos permite mudar la piel, encontrar otro horizonte, volver a nacer.
The Church of Horrors comienza su nueva temporada, con renovada ilusión por crear un espacio de libre expresión, cultura, arte y conocimiento. Bienvenidos, una vez más, a casa.
La Guerra Civil española: lucha de ideologías, hervidero de cadáveres, conejillo de Indias de los señores de la Guerra, centro de la opinión pública internacional, madre de un nuevo estilo y, quizás, último atisbo del romanticismo.
La II República fue para España como el rayo de luz que se cuela entre las nubes de un día gris. Fugaz, pero esperanzador para la cultura, los derechos y las libertades. Un destello que pronto apagarían las sombras de la guerra.
Hablar de los inicios del fotoperiodismo de guerra es volver la vista a la España dividida, a la Guerra Civil y, por supuesto, a Robert Capa. Antes de él y junto a él, dos generaciones de fotógrafos trazaron la línea de estilo del periodismo gráfico.
Margaret Bourke-White fue una de las primeras corresponsales de guerra, la primera mujer en trabajar en la revista 'LIFE' y la única reportera gráfica con permiso parar tomar fotografías en la URSS.
La historia del mundo es una historia de luchas. La lucha del hombre contra el hombre que ha acabado por dibujar un mapa púrpura de sangre. Y las heridas de este horror no son fáciles de cerrar; perduran en el recuerdo, duelen y supuran.
Del amor por la magia, lo fantástico y maravilloso surgió una disciplina que nos muestra realidades, capaz de detener el tiempo, de hacer eterno un segundo, de ser prueba para los hombres de poca fe y los ojos de quienes no pudieron ver.
La ciudad de Jaén guarda olvidada «la mansión donde descansan las almas», como reza un cartel que abre las puertas del cementerio de San Eufrasio. Hoy un museo en ruinas de lo que fueron tiempos mejores, de grandes familias y personajes ilustres.
La belleza es somnolienta. Impávida a su poder, como en un duermevela infinito. Así es Ámsterdam. Bella y durmiente, que se esconde y se muestra. Que se esconde más de lo que se muestra.
Se levanta Dublín, ciudad casi siempre encapotada y lluviosa, sobria y agria, pobre y conservadora. Descubrirla comprende reconocer que la irlandesa es una cultura que encontró su circo en las carreras de caballos y su pan en la cerveza negra.
Mahmud Darwish fue el poeta del exilio, de la muerte y el renacimiento. El grito de llantos sordos de los que luchan con la resistencia. Su aldea fue destruida por el ejército israelí cuando él era niño. Escribió sobre lo que conocía: la huída y la esperanza de los que han perdido todo.