Blow-up es una de las películas más celebradas de la carrera de Michelangelo Antonioni, convertida en un referente de las nuevas formas de crear cine de mediados del siglo XX. Basada en un cuento de Cortázar, es particular retrato del Swinging London de los 60, pero esta cinta también consigue ser una película de suspense y reflexión sobre la percepción de nuestra mirada, a distinguir entre lo que es real y lo que simplemente creemos que es real.
Así, sin darme cuenta, caí en la cuenta de que se había convertido en el eje de todo mi universo, yo ahora era una satélite que daba vueltas sobre ella, mi planeta, mi cuerpo celeste.