«Si quieres cenar, tienes que avisar»

    No es tan fácil cenar en Francia como parece. Relato breve, para tentar, sobre una reunión en torno a una mesa.

    Pareció pedante en un primer momento. «No, no tengo cena. Si queréis cenar, tenéis que decirlo, voy al pueblo, compro la comida y preparo la cena». Aplastante reflexión. No deja lugar a dudas: «Si cenas es así, si no, no cenas». Cosas de galos, de gente que es capaz de esperar en La Jonquera a que pase un camionero de El Ejido, que para el tráiler, que lo zarandea y que, al final, le tira al buen hombre los tomates. Gente mala, chovinista, inventora de la guillotina.

    ¿Qué hacer? En Loubens-Lauragais, en la región de Mediodía-Pirineos; en el departamento de Alto Garona; en el cantón de Caramán, en el distrito de Toulouse. Solo hay gatos, hierba, gallos, apenas gente. ¡Vaya pueblo! Un parroquiano, en un inglés nefasto, explica que uno de las mayores fiestas del pueblo, al parecer, y es al parecer porque hubo falta de comprensión consentida por ambas partes, es una celebración en la que se imita a Asterix y Obelix por aquello del 14 de julio y de recordar lo de «egalité, liberté, fraternité». ¿Qué tendrá que ver una cosa con otra? En fin, que al final sí, que al de «no tengo cena» le decimos que sí, que prepare algo.

    Una mesa, el anfitrión, que no se sabe por dónde va a salir, reúne a seis personas, tres parejas, edades comprendidas entre los 32 y los 45. Parece que se va a montar una orgía o algo así, que van a rodar cabezas, que se prepara una partida de cartas a muerte, ambiente de expectación. Llega la cena, de verdad, primer plato y demás, sin sexo, ni drogas ni historias, solo vino para llenar una piscina, muy rico. El francés sirve y, como no sabe bien en qué hablar por la mezcla de nacionalidades, elige el british. Es el que peor lo habla de todos. «¡Los franceses hablan inglés peor que nosotros!», reflexiono. Y el señor tiene una historia: Lo había dejado todo, se había ido a Loubens-Lauragais, a aislarse del mundanal ruido. Lo logró, llegó a su Nirvana, a su Walhalla y vive en tal gloria que ni tiene nada para los invitados, que los recibe pero… «Sí quieres cenar, me tienes que avisar», aplastante reflexión que se entiende perfectamente en Loubens-Lauragais, en la región de Mediodía-Pirineos; en el departamento de Alto Garona; en el cantón de Caramán, en el distrito de Toulouse. Menos de 500 vecinos.

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Pies de foto:

[Imagen principal] Giuseppe Bruneto (2008) La tierra de los Hombres Buenos.