El fútbol
¿Le gusta el fútbol? ¿Qué opina de los repartos televisivos o de los desembolsos millonarios de cada verano? Entre y conozca un duopolio que en nuestro país resulta mucho más que familiar.
No deja de resultar curioso el hecho de cómo los ciudadanos nos aferramos más a las cosas triviales de la vida justo cuando peor nos va ésta. Quizás el más claro ejemplo lo tenemos en el fútbol. En cuanto da comienzo la temporada futbolera es buen momento para dejar a un lado la conciencia política y crítica aplicada a este deporte.
Otro año más hemos estado viendo traspasos millonarios y renovaciones a base de sueldos totalmente desorbitados, que según sea uno de tal o cuál equipo, justificamos o crucificamos así como nos convenga. «Se pueden entender estas cantidades porque el fútbol genera y mueve mucho» o, «es inadmisible que una persona pueda cobrar 1.000 euros por cada hora que pasa de reloj» son típicos tópicos que todos, y me incluyo, utilizamos a menudo.
A mí, personalmente, me inquieta el asunto de los repartos televisivos. Resulta asombroso a la par que insultante cómo es posible que se puedan mover estas cantidades estando el percal tal y como está, máxime cuando los repartos televisivos, en otros países en donde el látigo no está atizando tan fuerte como aquí los lomos de la ciudadanía, si bien son millonarios, son mucho más justos y equitativos, fomentando de esa manera la competitividad, aunque tampoco escapen las desigualdades a pesar de ser más livianas que en «la mejor liga del mundo».
«Si sustituimos a los equipos anteriormente nombrados por partidos políticos (cada cual que elija su orden), nos sale una bonita crónica política de nuestro país».
En nuestro hermoso terruño ibérico el asunto se centra entre Real Madrid y Barcelona, que se reparten la tostada a su imagen y semejanza porque «ellos lo valen». Ese dinero les permite dominar el cotarro, fichar a las mejores estrellas y colocarles sueldos millonarios, y ya de paso, repartirse las afinidades futboleras de los españoles a mitad uno y mitad otro. Luego están el Atlético de Madrid y el Valencia, principalmente, que son los que callan y otorgan ya que se llevan su parte del pastel que les permite estar a la cola sin desengancharse de la cabeza. Se quejan de vez en cuando, pero sólo un rato, vaya a ser que se les termine el chollo.
Por último están todos los demás, que sufren las consecuencias del dominio dictatorial de los anteriores y tienen que conformarse con las migajas para poder tirar para adelante y jugar su «otra liga», mucho más emocionante y competitiva, por cierto.
En fin, nunca pensé que acabaría escribiendo un artículo de fútbol, la verdad. Aunque dándole otra vuelta, si sustituimos a los equipos anteriormente nombrados por partidos políticos (cada cual que elija su orden), nos sale una bonita crónica política de nuestro país.
Y usted, ¿de qué equipo es?
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Pies de foto:
Sara Andújar (2014) El fútbol.
Por Simón Rodríguez, 24 mar 2014, en Cultura.