Humano ser
SOCIEDAD

Humano ser

    Nacimos y fuimos criados para vivir más allá de la influencia y el peso de un mundo deshecho. Así de contundentes suenan los canadienses Alexisonfire en su tema Born and raised, pero ¿por qué? ¿Qué hay en la esencia del ser humano que nos obliga a vivir más allá de todo lo impuesto por la naturaleza?

 


    Dar una definición de lo que es el ser humano puede ser una tarea, difícil, costosa y finalmente infructuosa, ya que su naturaleza o esencia se puede definir desde muchos puntos de vista y aún en su conjunto esta definición quedaría incompleta. Por eso creo que lo más productivo es definir al ser humano realizando una serie de observaciones y aportaciones que lo distingan del resto de animales y seres vivos. Esas pequeñas diferencias que nos hacen ser lo que somos.

 

    Desde los tiempos ancestrales se ha tenido al ser humano por un ser superior al resto de los seres vivos, como ejemplo cabe citar la creación del mundo cristiano, en el que Dios creo todo el universo y finalmente al hombre a modo de finalización perfecta para esa creación. La pregunta es: ¿Qué hay en la naturaleza del hombre que le hace ser distinto al resto de los seres vivientes? Por ejemplo, el ser humano es el único ser vivo que tiene conciencia de estar vivo, de tener una vida por delante y de que algún día va a morir. A partir de esta percepción, somos capaces de organizar nuestro tiempo y de intentar construir un proyecto vital en el que se incluye: compartir nuestra existencia, encontrar un buen trabajo que nos permita subsistir, una casa donde poder habitar, tener hijos, etc. A diferencia del resto de animales, que rigen sus acciones por la necesidad de sobrevivir, comen porque tienen hambre, se aparean porque están en celo, etc. Es algo intrínseco a su naturaleza sobre lo que ellos no tiene capacidad de decisión.

 

    Otra característica que distingue al ser humano es que al tener conciencia de su vida y de su muerte, es capaz de plantearse una serie de preguntas (de las cuales nace el pensamiento filosófico) tales como: ¿Qué somos? ¿De dónde venimos? ¿Hacia dónde vamos? Y sobre todo, ¿Por qué? Y lo realmente importante de estas preguntas no es la respuesta, sino el hecho de planteárselas: que es lo que le hace al ser humano ser lo que es.

 

    Otra exclusividad que posee la especie humana es la racionalidad, que tan alabada ha sido desde que el hombre es hombre llegando a convertirse en pilar fundamental de la ilustración durante el S. XVII. Tenemos la capacidad de valorar, tomar decisiones y actuar en consecuencia —cosa que ningún otro animal puede hacer, ya que su naturaleza y su existencia se basan en el instinto—. Sin embargo, Freud, el padre del psiconanálisis, nos puso sobre la pista de que no éramos tan diferentes al resto de animales como creíamos en un principio, y nos hizo descubrir que también compartimos una parte de irracionalidad con ellos, y que además, nuestras decisiones están totalmente condicionas por el entorno y la cultura en la que vivimos (Teoría del Yo, el Ello, y el Super-Yo).


        «El ser humano necesita vivir en sociedad desde que nace y esto condiciona su desarrollo y en gran medida su personalidad».


    Esto nos lleva a asumir que el ser humano es un ser social y cultural. El ser humano necesita vivir en sociedad desde que nace y esto condiciona su desarrollo y en gran medida su personalidad, y por lo tanto, no es indiferente el haber nacido en París que en Ruanda. Los valores, costumbres y prioridades de cada una serán totalmente distintos, y al contrario de lo que se suele pensar, la validez de unos no está sobre la de los otros: precepto básico del relativismo cultural. Esto no significa poder negar que todos los seres humanos tienen una serie de derechos inherentes a su naturaleza, y también una serie de pautas morales que deben ser universalmente aceptadas.

 

    Al asumir que el ser humano se desarrolla en sociedad, nos puede surgir la pregunta de si el ser humano es libre o no, y como siempre en filosofía, la respuesta nunca va a ser una verdad tautológica. El ser humano es libre por su naturaleza racional, pero a la vez, está condicionado por el entorno en el que se desarrolla su vida. Esto quiere decir que partimos de una serie de circunstancias entre las que no podemos elegir (nuestros padres, el lugar en el que nacemos, los medios económicos de los que nuestra familia dispone, etc.), pero a partir de ahí lo demás es decisión nuestra. A partir de estos supuestos se puede considerar al ser humano como un ser libre, y por tanto, es una actitud cobarde y cómoda el no actuar en consecuencia a nuestras posibilidades: delegando esta responsabilidad en otras personas o factores. Un ejemplo un tanto dramático, pero muy ilustrativo, sería que alguien apuntándonos con un arma nos estuviera obligando a que matáramos a otra persona. A pesar de la inmensa coacción que estamos recibiendo, somos libres de decidir si apretamos o no el gatillo, y por tanto, deberemos asumir las consecuencias de nuestra decisión, ya sea una u otra.


        «Al intentar buscar la felicidad, el hombre es capaz de crear desde una moral que debe seguir para mantener su conciencia tranquila hasta un Dios al que entregarse cuando la vida ya no tiene más sentido».


    Como conclusión obligada, hay que decir, que la máxima aspiración que puede tener el ser humano, y depende de cómo se mire, quizá la única, es, o debiera ser, conseguir la felicidad completa y eterna, y quizá esta diferencia sea lo que nos hace ser lo que somo; el rasgo que más nos distinga de cualquier otra especie. Al intentar buscar la felicidad, el hombre es capaz de crear desde una moral que debe seguir para mantener su conciencia tranquila hasta un Dios al que entregarse cuando la vida ya no tiene más sentido, o cuando necesita una protección o una seguridad de otro modo inalcanzable. Para conseguir la felicidad el hombre creó el arte, que es la forma de expresión máxima del ser humano, el mayor placer de los sentidos, y sobre todo de esa necesidad por ser felices nació la filosofía y todas las preguntas que, si bien no tienen respuesta, nos hacen sentirnos vivos, y por lo tanto, en pleno desarrollo de nuestro proyecto vital: la búsqueda de la felicidad.

 

    Mi intención en este espacio es que una o varias canciones acompañen al texto de manera que lo complementen o amplíen y una de las canciones que mejor explican, o ponen de manifiesto, esa cualidad que nos hace diferentes, esa necesidad de ir más allá, sin las cuales no nos podríamos llamar humanos, es Born and raised (http://www.youtube.com/watch?v=HGnL5NBALEg) de, los por desgracia extintos, Alexisonfire. La letra completa es un paralelismo con este artículo, pero la estrofa «From birth to death, we search for what's yet to be known / We hope and pray and ask, but we are never shown», define bastante bien lo que aquí hemos querido decir. Porque como bien dicen los canadienses: «Nacimos y fuimos criados para vivir más allá de la influencia y el peso de un mundo deshecho (We were born and raised [and raised] / To live beyond [beyond] / The heft and weight of a world undone)». Y en eso consiste precisamente el ser, del verbo ser, humano.

 

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Piés de foto:


Imagen principal: Diego Naguel (2013) Humano ser.

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Comentarios
Jesús Henares
Licenciado en Medicina. Melómano empedernido. Amante del ser humano, más de su vertiente humana que de la de ser...
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