De Baeza a Nueva York: un músico baezano entre los siglos XIX y XX
Leyendo el interesante trabajo de Valentín Rodríguez titulado «De California a Baeza» y publicado en el nº 8 del magazine, me surgió la idea de contribuir con un pequeño guiño histórico, una especie de camino de vuelta a la experiencia vital señalada en su artículo. Y no por un falso patriotismo local de exaltación de «baezanismo» casposo. No. Para ser sinceros, la idea no es brillante y se me ocurrió porque ya tenía la historia. A principios de 2008 tuve la oportunidad de ayudar al estudiante de musicología de la Universidad Nacional Autónoma de Méjico, Fernando Carrasco Vázquez, a buscar en Baeza una documentación que necesitaba para realizar su tesis doctoral. Me localizó desde Méjico (no sé cómo) y pude encontrarle lo que deseaba. Luego la información, así como el conocimiento de la existencia del personaje al que vamos a dedicar estas líneas, se lo debemos a su trabajo. Vayamos a la historia.
De Baeza a Madrid. A las cuatro de la tarde del día 27 de noviembre del año 1858 nacía en la calle San Pablo de Baeza el niño al que sus padres, y las imposiciones propias de la Iglesia Católica del momento, pusieron el sencillito nombre de Vicente Facundo Primitivo Antonio María Mañas Orihuel, hijo de Vicente y de Juliana. Menos mal que todo quedó en Vicente. Su padre era natural de Guadalajara y su madre madrileña, aunque el primero ejerció como médico en Ibros y Baeza. Vicente nació, pues, en el seno de una familia acomodada y de «posición» para esa época.
Estudió Bachillerato en el Instituto Santísima Trinidad, y en 1874 se traslada a Madrid (no sabemos si con toda la familia) para iniciar sus estudios en la Escuela Nacional de Música y Declamación (lo que luego sería el Real Conservatorio Superior de Música). Estudió piano y armonía, teniendo como maestro a Eduardo Compta (que también lo fue de Albéniz).
Entre finales de los setenta y principios de la década de los ochenta se prodiga en conciertos y adquiere reconocimiento como intérprete. En 1885 es nombrado profesor del Instituto Filarmónico e inicia una etapa en la que parece que estuvo bajo el mecenazgo de la Infanta Isabel de Borbón (popularmente conocida como La Chata). Durante esos años, Vicente Mañas alcanza una notable reputación y notoriedad como intérprete y profesor del Real Conservatorio de Madrid, participando en conciertos con importantes músicos de la época, como el jovencísimo Pau Casals; viaja por Andalucía, Alicante (donde funda un conservatorio), Barcelona, París o Argelia, y estrena distintas obras escritas por él.
De España a Cuba. Vicente tuvo que ser persona inquieta, como demuestran su temprana salida de Baeza y sus viajes por España y otros países. A finales del XIX la emigración española hacia América era un fenómeno muy extendido entre miles de españoles, por motivos económicos y a causa de la inestabilidad política; y Mañas, a pesar de haber alcanzado una posición consolidada en el panorama musical español, decide trasladarse en 1893 a Cuba (todavía parte integrante de España, aunque desde 1868 ya había estallado la lucha de los patriotas cubanos por su independencia). Ese año participa en conciertos en el Teatro Albisu, el Salón López, el Casino Español o en la Sociedad Aires d’a Miña Terra, todos en La Habana, siendo reseñado entre alabanzas por periódicos como La Ilustración de Cuba. Ese mismo año establece su residencia en la ciudad de Cienfuegos, conocida como la Atenas de Cuba, y en 1895 funda un conservatorio (lo que hoy podríamos llamar una academia de música) y se casa con María Somovilla, con la que tendrá a su único hijo Vicente Tomás Mañas.
«Vicente Mañas alcanza una notable reputación y notoriedad como intérprete y profesor del Real Conservatorio de Madrid».
Sin embargo el 1895 es el año de la reactivación definitiva de la insurrección independentista en Cuba, que acabaría, tres años después, con la secesión de la isla. En diciembre de 1895 entran en Matanzas las tropas libertadoras dirigidas por Máximo Gómez y Antonio Macedo. En enero de 1896 deja Mañas la dirección del conservatorio y abandona la isla.
De Cuba a Méjico. En febrero de 1896 llega a la ciudad de Méjico. Allí intentará crear un Conservatorio Libre e ingresar en el Conservatorio Nacional, pero no tendrá éxito en ambos empeños. Se centrará en impartir clases de piano y canto en la academia privada que abrirá en 1898 y en desarrollar su carrera de concertista e intérprete, publicando algunos libros de tipo didáctico. Aunque los primeros siete años fueron duros a causa de los enfrentamientos y poca sintonía con el mundo musical del país, el músico español llegó a hacerse su espacio y adquirir peso. En 1910 es dueño de un Cadillac, cosa poco común en la época.
Su etapa mejicana es muy fecunda en cuanto a sus relaciones con grandes músicos mejicanos, su actividad concertista y una extensa creación musical. En 1910 es premiado por tres obras presentadas por él para celebrar el centenario de la Independencia de Méjico (un concierto para piano, unas romanzas para piano y un vals capricho). Visita por primera vez los Estados Unidos de América (donde ya se encuentra su hijo),… y estalla la Revolución.
De Méjico a Nueva York. El día 24 de agosto de 1915 Vicente Mañas abandona Méjico por el puerto de Veracruz, suponemos que huyendo de la inestabilidad política, para llegar a Nueva York el 5 de septiembre. A punto de cumplir los 57 años se instala en el popular barrio de Brooklyn. En 1916 se convierte en ciudadano norteamericano y en los censos aparece ya con su nombre americanizado: Vincent Manas. El abundante y riquísimo ambiente musical de la capital norteamericana diluye su figura y pasará casi totalmente desapercibido. Los 15 años que vivirá en ese país inmerso en la crisis que llevará a la depresión del 29 los dedicará a la enseñanza particular del piano y algún esporádico concierto, como uno de los primeros retransmitidos por radio (la WJZ) celebrado en Julio de 1923.
«Dedicó su vida a la música y fue reflejo de la convulsa historia de España y América entre finales del XIX y principios del XX, de cuyos acontecimientos históricos intentó huir».
El 24 de octubre de 1931 fallece en el número 260 de la Avda. Parkside de Brooklyn en Nueva York, dejando una descendencia que, a partir de su hijo Vincent Thomas Manas, aún pervive cerca de Baltimore, en el estado de Maryland.
En definitiva, este es el interesante recorrido vital de un personaje que, nacido en Baeza, dedicó su vida a la música y fue reflejo de la convulsa historia de España y América entre finales del XIX y principios del XX, de cuyos acontecimientos históricos intentó huir. Parece que fue una persona culta e íntegra, respetado como músico pero que pronto cayó en el olvido como consecuencia de su desarraigo en los USA y la disolución de sus valores en el potentísimo panorama musical yanqui de principios del siglo XX. Completamente desconocido en nuestra ciudad, gracias al estudioso mejicano Fernando Carrasco hemos podido conocerlo y rescatarlo del olvido.
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Pies de foto:
[Imagen principal] Vicente Mañas Orihuel hacia 1900 en Méjico. Foto aparecida en la edición de 12 Danzas Artísticas. Ed. Wagner y Lebien. Carrasco Vázquez, Fernando (2010): Vicente Mañas Orihuel. Aproximaciones a su vida y obra. Tesis para obtener el grado de Maestro en Música (musicología). Universidad Nacional Autónoma de México-Escuela Nacional de Música-. Coyoacan D.F.
Bibliografía:
CARRASCO VÁZQUEZ, FERNANDO (2010): Vicente Mañas Orihuel. Aproximaciones a su vida y obra. Tesis para obtener el grado de Maestro en Música (musicología). Universidad Nacional Autónoma de México-Escuela Nacional de Música-. Coyoacán D.F.
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Por Antonio Ortega, 26 oct 2014, en Historia.