Las escuelas matan la creatividad
A lo largo de la historia de la humanidad toda sociedad se ha interesado por la educación. Está en el día a día de nuestras vidas, somos educados y educamos diariamente. Hoy día, quizás no tengamos ni idea de qué puede ocurrir con nuestra sociedad en el futuro.
La labor del maestro y su función como educador, está muy devaluada, cuando siempre el maestro ha sido un referente y alguien a quien admirar: por sus amplios conocimientos, su templanza y su experiencia. Así debería seguir siendo, ya que el futuro de personas que se están formando, están en sus manos, y por lo tanto, la sociedad como tal también.
Uno de los «logros» de occidente en estas últimas décadas, ha sido que el tema educativo aburra a la gente. Hemos conseguido, entre todos (medios de comunicación, políticos, capitalismo y globalización en general), sustituir el interés educativo por otros mucho más banales.
Los niños siempre han construido el futuro —por y para ello los educamos—, pero nos olvidamos de lo grandiosos y excepcionales que son. Pequeños genios, creativos, tienen que seguir siéndolo y sin quererlo (o no) los hacemos y nos han hecho idiotas. Para cuando somos adultos ese genio ha perdido la creatividad, es decir, este sistema educativo está orientado a que perdamos la creatividad. Esta afirmación implica en sí misma la existencia de un proceso de «idiotización».
«La educación de los grandes genios de la historia, por una u otras razones, no ha sido cohibida, o de otra manera, ha sido potenciada, y ahí están los resultados (Einstein, Tesla, Shakespeare, Picasso, Newton, Edison, Da Vinci, Mozart…)».
La educación de los grandes genios de la historia, por una u otras razones, no ha sido cohibida, o de otra manera, ha sido potenciada, y ahí están los resultados (Einstein, Tesla, Shakespeare, Picasso, Newton, Edison, Da Vinci, Mozart…).
La mayoría de los sistemas educativos se rigen por un entramado jerarquizado de áreas (lengua, matemáticas, idiomas, educación física, arte…) y algunos compartimentos prevalecen sobre otros, lo que no es un símil con la vida. La vida no está dividida en compartimentos, el cerebro (como función final) no se fragmenta, todo lo que experimentamos lo metemos en el mismo cajón. Entonces, ¿por qué no se instruye con la misma intensidad, con el mismo interés, la danza, la pintura, o la creatividad musical, que las matemáticas o la lengua? ¿Existe algún interés en no potenciar la creatividad del niño como resultante de la interacción entre todas las materias?
Pero no, focalizamos la enseñanza sólo hacia lo conceptual, hacia lo académico, y hoy día, las ingenierías, las económicas, o el marketing, es lo que más se valora, solo metemos cosas en nuestra cabeza con algún tipo de control, y si podemos seguir un redil que no tenga pérdida, mejor. «Shhh», y sin rechistar. Con el objetivo de tener más que los demás y de que podamos optar a un trabajo «mejor». La habilidad académica es la única que se premia, mientras que las demás van siendo sesgadas, limitadas y casi prohibidas mientras vamos convirtiéndonos en adultos.
«Focalizamos la enseñanza sólo hacia lo conceptual, hacia lo académico, y hoy día, las ingenierías, las económicas, o el marketing, es lo que más se valora, solo metemos cosas en nuestra cabeza con algún tipo de control, y si puede ser que sigamos un redil que no tenga pérdida, mejor».
Esto deriva en que todo el mundo hemos querido un título académico y lo hemos conseguido, a cualquier precio, porque nos han guiado a ello como borregos. Es evidente que ahora hay que elegir a los «mejores», que necesitarán algo más que un título académico, más títulos académicos, más currículum, más papeles que «demuestren» que eres mejor que otro. Y esto, en los tiempos que corren, en esta sociedad capitalista, salvaje y globalizada se consigue con dinero. Por lo tanto, quien no lo tenga puede ser intelectualmente muy bueno, muy creativo, muy trabajador, pero no habrá «llegado tan lejos» como el inútil que todos conocemos que consigue los objetivos a base de pagarlos y de tragar simiente.
Otro tema. Es cierto y está demostrado que la mujer tiene más capacidad de concentración que el hombre, debido al mayor grosor del cuerpo calloso del cerebro. Quizás por ello es por lo que históricamente ha sido relegada a un segundo plano, por la fuerza, en las funciones de toma de decisiones importantes y ha sido utilizada casi (?) como una esclava doméstica y sexual.
Pienso que lo que hoy en día se cataloga en muchos casos como el TDAH, simplemente es la creatividad del niño y su inteligencia, que quiere salir a flote pero sin los medios suficientes y efectivos para hacerlo.
Finalmente, es posible que la mejora del futuro y de esta sociedad esté simplemente en eso: en potenciar y explorar mejor la riqueza de las capacidades humanas, buscando recursos generales, comunes, no particulares, para todos los mismos. Dewey ya planteaba algo por el estilo hace algo más de un siglo, pero particularmente mi pregunta es, ¿cómo promovemos esto dentro de la escuela? Y más difícil aun, ¿es posible promover esto dentro de nuestra sociedad, nuestro sistema, y más particularmente nuestro país? ¿Seremos capaces con todo lo que rodea hoy en día al niño, de prepararlos para se cuestionen el mundo en el que viven?
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Pies de foto:
[Imagen principal] Nicolás Castell (2012) Las escuelas matan la creatividad.
Bibliografía:
Ken Robinson. Las escuelas matan la creatividad en Youtube. Recuperado el 2 de enero de 2014, desde: http://www.youtube.com/watch?v=nPB-41q97zg
Volver al número actualPor Xisco Garcia, 17 mar 2012, en Música.
En cuanto a la mujer, estoy de acuerdo en que debido a su génetica las capacidades intrínsecas (decisión, empatía, minuciosidad, concentración, etc.) han echo temer al hombre por la pérdida de su posición de poder adquirida mediante el uso de la fuerza; reprimiendo toda manifestación netamente femenina.
A raíz de esto, alguna vez me he cuestionado lo siguiente: si la mujer tuviera capacidad de decisión, por ejemplo es presidenta de un país, y se comportara con arreglo a esas características que antes citaba, ¿habrían guerras en el mundo?
Personalmente creo que no, pero necesitaríamos que nuestra sociedad se "feminizara" para que muchas cosas cambiaran. Lamentablemente las mujeres con cierta entidad política, ecónomica, cultural y social actuan igual que lo haría cualquier hombre; ¿qué está haciendo o han hecho si no Angela Merkel como Canciller y Carme Chacón como Ministra de Defensa (y ejemplos hay cientos)? Nada.
Aún así confío en el despertar de la mujer como motor de cambio.
(Y perdón por desviarme del tema del artículo "Nieto", que me ha parecido muy intersante y no te lo he dicho).
Pero voy más allá, no sólo hablamos de materias que puedan ser, en niños, grandes fuentes de desarrollo (la pintura, la danza...) y que se ven sumergidas en un tabú; además nos encontramos con la falta de valores en la enseñanza. Creamos niños narcisistas y dejamos claro que NO somos competentes (una pericia) sino que hay que ser competitivos (rivalidad). Y un sin fin de valores que se podrían comentar.
Y cómo no, el TDHA, una de las palabras más utilizadas en los últimos tiempos con niños, como bien sabes, y claro está, una de las más útiles. Estoy completamente de acuerdo contigo, la creatividad del niño y su inteligencia quiere salir a flote, pero es mucho mejor darle “pastillitas” y que el niño se quede callado, obediente, como el resto de la sociedad...