Altra cola
Un pequeño pueblo en mitad de Gerona, las ansias de independencia de Catalunya y la extraña relación que unió a Salvador Dalí y a su amada musa, una suerte de madre con la que se casó, llamada Gala. En Púbol se da esta extraña combinación de elementos aparentemente inconexos.
La señora llegó al bar, es, aparentemente, el único que hay en el pueblo, y educadamente y en catalán pidió una Cocacola cero.
—No tenemos esa cola, tenemos otra cola, la cola catalana.
—Soy de Barcelona y no he oído hablar de esa cola.
—Pues sí, es para hacer la competencia a Cocacola. Me dijo que era de Valencia, ¿no?
—No, no soy de Valencia, soy de Barcelona y no he escuchado nunca esa marca de la que me habla. ¿Agua tiene?
—Sí, si tengo agua. Con gas o sin gas.
—Sin gas. Gracias
La mujer se sentó, se refrescó con su botella de H20, sin burbujas, y se fue por donde había venido. La conversación, tensa a la par que educada, es real y se registró a escasos metros del castillo de Púbol, una fortaleza que Salvador Dalí regaló a su amante, la rusa Gala. El monumento es el principal atractivo del núcleo de población, un anejo de La Pera, un municipio recogido de la provincia de Girona.
En los escasos kilómetros cuadrados de estos dos caseríos catalanes, se contaban una decena de esteladas, la bandera no oficial que se enarbola como símbolo de independencia de esta región. La realidad es que los rusos que visitaron el sitio daliniano, hicieron caso omiso de la conversación de la Coca-Cola catalana y de las esteladas, ellos iban a lo suyo y lo suyo era recorrer un lugar dedicado, piedra a piedra, a la diosa del genial Salvador, amigo de Buñuel, de Picasso y de Lorca, dicen que homosexual y locamente enamorado de su mujer con la que nunca hizo el amor. En el castillo de Púbol, donde yace la musa llegada del país de los soviets, convivían Dalí, los amantes de Gala, que no fueron pocos, ella y el servicio. Fue una relación perfecta, cargada de respeto mútuo, fruto de un trato claro: la esposa se convirtió en la madre del artista y, a cambio, este procuró su felicidad completa, lo que logró atendiendo todas sus peticiones. La cola catalana, seguramente, nunca salió en ninguna conversación. Todo es cuestión de prioridades. Descansen en paz Gala y Salvador.
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Pies de foto:
[Imagen principal] Giuseppe Bruneto (2013) Mes que un club.
[Segunda imagen] Giuseppe Bruneto (2013) Las diosas también mueren (Gala).
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