Sobre la honestidad
SOCIEDAD

Sobre la honestidad

    Hace unos días me hacían reflexionar sobre la necesidad de mentir pero, sobre todo, del por qué parece que hoy día la gente tiene mucho menos pudor a la hora de hacerlo.

 

    Hay diversos trabajos realizados que explican la necesidad de mentir del ser humano. Sin embargo, mi primera duda fue, ¿por qué decimos la verdad? En el estudio «Why do people tell the truth? Experimental evidence for pure lie aversion» los investigadores Raúl López, de la Universidad Autónoma de Madrid, y Eli Spiegelman, de la Universidad de Quebec en Montreal, realizaron un sencillo ensayo sobre 258 personas en el que rebatían la visión estándar de la teoría económica aceptada durante años, es decir, que la mentira o verdad se basaban en la posibilidad de una compensación material. Demostraron las limitaciones de dicha teoría y el hecho de que hay personas más honestas que otras, concretamente un 40% de esas personas dijo en todo momento la verdad. Según los investigadores, lo que determina la sinceridad es la correlación entre comportamiento, ser honesto y el tipo de estudios (la gente de Económicas y Empresariales tiende a mentir más) y por el contrario no encontraron vínculos entre la tendencia religiosa, el género o las preferencias políticas. El motivo por el que ese 40% de personas fueran sinceras se debía a una aversión o vergüenza a la posibilidad de mentir, puesto que habían interiorizado la honestidad que, en la mayoría de casos, se construye a través de modelos honestos en la infancia. Es curioso cómo en este mismo estudio se demuestra que quienes son honestos creen que los demás también lo son y quienes más mienten, a su vez, son los más desconfiados.

 

    Entonces, ¿por qué mentir? En este caso las razones pueden llegar a ser millones y tan variadas como las personas que las dicen, aunque la mayoría de las veces responden a un contexto social sin el cual mentir no tendría sentido (necesitamos alguien a quién engañar). De hecho todos mentimos día a día sin ser conscientes de ello como demostró el estudio realizado por Robert Feldman de la facultad de psicología de la Universidad de Massachusetts. Para ello Feldman propuso a parejas de desconocidos hablar durante 10 minutos, tras la conversación fueron preguntados sobre su honestidad y todos dijeron haber sido totalmente sinceros, luego oirían una grabación de dicha conversación y pudieron percatarse, sorprendidos, de que el 60% de los ellos había mentido intencionadamente un promedio de 2'92 veces. De hecho comenzamos a no ser sinceros desde una edad temprana, que ronda los 3 años, y la mayor parte de las veces es por quedar bien con sus congéneres o por evitar una consecuencia desagradable.


        «En los tiempos en los que un "like" equivale a halagos verdaderos a méritos reales no es de extrañar que una mentira sustituya a una realidad».


    Pero, ¿por qué hoy día la mentira es tan asequible? Personalmente no he hallado estudios sobre ello pero puedo modestamente deducir que tiene una relación directa con la falta de honestidad debida, al mismo tiempo, a la falta de modelos ejemplares en la educación y en la sociedad actuales. Ello unido a la hipocresía reinante y a la vez evidente en redes sociales, en las que se muestra una visión sesgada de lo que es la vida de cada uno, el llamado «postureo», el bombardeo de mierda en la televisión y los medios y el apoyo sin fisuras de los dirigentes políticos a la proliferación de la ignorancia. En los tiempos en los que un «like» equivale a halagos verdaderos a méritos reales no es de extrañar que una mentira sustituya a una realidad. En un mundo en el que bastan unos «emoticonos» o unas líneas de texto, ¿por qué habría que afrontar cara a cara una mentira o una verdad y sus consecuencias? Quizá debiésemos reflexionar sobre estos hábitos relacionales e intentar cambiar el mundo empezando por nosotros mismos, abrirnos a los demás y mostrar nuestro interior sin miedo porque en mi opinión, los principales perjudicados no son aquellos destinatarios de la mentira sino sus emisores, quienes deben lidiar ellos solos con una verdad que son incapaces de mostrar al resto.

 

    La sinceridad se trata de una cuestión de honestidad no solo hacia los demás sino a lo que es mucho más importante, lo que uno mismo es y la opinión que se tiene de sí.


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Pies de foto:


    [Imagen principal] Algunos pasos duelen. Jorge Molero (2008).

 

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Jorge Molero
Estudiante de Historia. Poeta. Fotógrafo. Aventurero. Nada de lo anterior. La curiosidad es mi motor aunque una respuesta no siempre sea la meta.
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Júlia Solans Viñeta mensual