La hipocresía (esa bestia) y el soberano. El MACBA – Nuevo Espejo.

    No hace tanto que me ha parecido oír clamar, en nombre de la libertad de expresión, tanto a ciudadanos de a pie como a perchas de chaqueta y corbata. En aquel entonces, tiempos lejanos según parece, los límites de la ofensa se barrían hacia el campo contrario. Habrá que tener más sentido del humor, supongo, pero desde luego y -como diría un conocido- la mierda ajena también salpica.

    «Esta exposición explora cómo las prácticas artísticas contemporáneas cuestionan y deshacen la definición occidental y metafísica de la soberanía política: el modo en que estas proponen maneras de entender la libertad y la emancipación que exceden el marco de la autonomía individual, así como la forma moderna del Estado-nación» [1].

    Hans D. Christ, Iris Dressler, Paul B. Preciado y Valentín Roma han sido los comisarios encargados de hilar La bestia y el soberano, exposición organizada y coproducida por el MACBA (Museu d’Art Contemporani de Barcelona) y el WKV (Württembergischer Kunstverein Stuttgart), que ha costado su puesto de trabajo al director del centro catalán y de paso, a los comisarios españoles.

    Pero eso sí, con tanto revuelo, el MACBA ha tenido muchos más visitantes que de costumbre y nosotros hemos podido observar la cara oscura de la luna.

    Ines Doujak, artista austriaca que lleva desarrollando desde el año 2010, a través de su trabajo y junto a John Barker, una investigación sobre el colonialismo español en américa latina; ha sido la autora de la escultura que ha levantado las ampollas más profundas en ese arcaico orgullo de moqueta que ostenta (a veces) este nuestro país.

    Mientras una parte de las protestas se decantaban por la democratización del museo, la gran mayoría estallaba por la terrible ofensa que es, a veces, que te griten las cosas a la cara.

    «El dinero público se debe utilizar señor B. Marí, en formas de colaboración que permitan desarrollar acciones culturales de calidad, abiertas y accesibles a la ciudadanía. Y no un aspecto que refuerza su carácter excluyente. Ni siquiera me refiero a la monarquía y a los monárquicos, ellos sabrán si tienen que dar su opinión o no sobre la obra, ahora estoy haciendo alusión a las mujeres en general y a las feministas específicamente, porque nos callamos, esta escultura presentada en el MACBA con dinero público es misógina y con aspectos obscenos de zoofilia, además de antimonárquica. En mi opinión, MACBA museo público de arte contemporáneo tiene que tener muy claro: primero, debe repensar la idea del museo en sí, al servicio del gran público ( de 1 a 101 años). Segundo, una implicación con el tejido local. Tercero, ser una institución transparente, tanto en sus políticas como en sus finanzas». [2]

    Recojo este ejemplo, presente en la página web de la institución, porque creo que recoge y explica muy claramente cuáles son los razonamientos contrarios que llevaron a la censura de dicha muestra. Aunque realmente considero que deberíamos de recordar y repasar el concepto de alegoría.

    A nivel personal me cuesta creer en ese desencuentro que acusa a los comisarios de no haber notificado qué piezas se expondrían en el museo; que aunque eso fuese cierto, me parece que las responsabilidades están más arriba. Ahora bien: si alguien quería una performance al nivel del título desde luego, la broma no se ha quedado corta.

    Aún no he tenido la suerte de poder visitar la exposición en su conjunto, a la cual las críticas ponen por las nubes, pero sí conozco a quien ha paseado por sus pasillos el mismo día de la inauguración. Y por lo que parece, digamos que los ciudadanos en general, muy ofendidos no se sentían.

    No quiero con ello etiquetar de antimonárquica a la media de la población sino que, y aquí incluyo también a mi persona, no es que la estatua tenga unos rasgos hiperrealistas fascinantes. Vamos, que como mínimo tienes que ser de los que se leen las cartelas explicativas y, en este caso, están al día de los noticiarios.

    La discusión sobre cuán democrático, libre y público es el concepto de museo daría para llenar unas cuantas tardes de café y terraza pero, lo que es ineludible, es que funciona como un escaparate estupendo del momento socioeconómico en el que vivimos.

    Ya hace tiempo que la performance, quizá el último intento drástico de ruptura, entró de lleno en el juego de la galería. Tras ello, hubo la posibilidad de convertir las paredes blancas en laboratorios educativos, la cual se resintió rápidamente en busca de patrocinios, patronatos, subvenciones y el ensalce de lo políticamente correcto. [3]

    Pero miren, puede ser que a nosotros, el arte contemporáneo no nos atraiga en exceso. Puede ser, también, que consideremos que no hay nunca por qué ofender a nadie. Puede ser, incluso, que nos creamos muy justos y respetuosos. Puede ser que hasta hayamos escrito el hashtag #jesuischarlie en defensa de la libertad de expresión y que hayamos defendido también, el hundimiento de la revista El Jueves, quincemil despidos en la cadena pública de televisión (para que la cosa no se vaya de madre), las críticas a los programas del guiñol francés y el cierre por escándalo de esta exposición, entre otras tantas cosas…

    Porque oigan, para libertad a la hora de expresarse, la mía. Y el resto, a callar.

_______________

Pies de foto:

    [Imagen principal] MACBA (2015).

    [Segunda imagen] Haute Couture 04 Transport de Ines Doujak (2015).

Notas:

    [1] La bestia y el soberano, recuperado el 24/03/2015 de http://www.macba.cat/es/expo-bestiasoberano

    [2] Anaparis_7:49_22 mar. 2015. Recuperado el 24/03/2015 de http://www.macba.cat/es/expo-bestia-soberano

    [3]  Paul B. Preciado nos lo resume de una forma muy simple y sencilla http://paroledequeer.blogspot.com.es/search?updated-max=2015-03-17T00:58:00-07:00&maxresults=7