Decadencia asiática en Taiwán
Un pequeño reportaje fotográfico que ilustra y trata de explicar la forma en que se configura el paisaje de Taiwán y el porque de esa «decadencia asiática».
Cuando hablo de decadencia asiática no estoy hablando, ni mucho menos, de algo negativo, sino de un hecho muy visible, muy fácil de percibir. Lugares, escenarios y objetos con un encanto especial que no se rige especialmente por la belleza y el cuidado sino todo lo contrario. El abandono y la dejadez están a la orden del día en oriente y no dejan de ser parte de ese paisaje. Para Occidente puede resultar chocante, pues cuando algo deja de ser útil, en lugar de abandonarlo a su suerte simplemente lo eliminamos, nos deshacemos de él. Esa decadencia no deja de ser en sí el reflejo de una sociedad, un reflejo que habla por sí solo.
A través de esta pequeña selección fotográfica pretendo mostrar parte de ese desamparado y bello paisaje que podemos encontrar en la isla de Taiwán. Un lugar donde la naturaleza lucha contra el cemento para buscar el lugar que le corresponde, así como la enorme cantidad de montañas que tiene la isla separa a su población en dos mitades. Sin ir más lejos, la ciudad de Taipei se encuentra prácticamente rodeada de montañas tal y como si de una cuenca se tratase. La única estructura que es capaz de destacar dentro de ese cerco montañoso es, quizás, su emblemático edificio 101. Según algunos, visible desde casi cualquier punto de la ciudad dada su gran altura. La parte curiosa del asunto es que esa lucha naturaleza-hombre es más pacífica de lo que parece y no es la única que existe. Resulta simpático ver carteles en la calle con el lema «Taipei is not only a city but also a forest», pues no cuentan ninguna mentira. El clima tropical hace que la humedad y la lluvia favorezcan a la vida de la fauna y la flora mientras que al mismo tiempo se encargan de deteriorar todo tipo de estructuras y construcciones fruto del hombre. No exagero si digo que la naturaleza está presente en cada rincón.
Es posible que los taiwaneses hayan aceptado por completo al ganador de esta batalla y no fuerzan la situación, dejando que la naturaleza siga su curso. Frecuentemente vemos lugares abandonados a su suerte de los que poco a poco las plantas se van adueñando con total libertad. De la misma forma, resulta también bonito ver como dejan vivir a los árboles en medio de callejones o mercados, convirtiéndolos en parte de la estructura de algunos puestos de venta sobre los cuales cuelgan o sujetan cosas. Quizás, un comportamiento estrechamente ligado a su sociedad y su más bien pragmática forma de pensar. La respuesta más común que me he encontrado al preguntar el porqué de esta «decadencia», a menudo viene acompañada de una cara de sorpresa que afirma no acabar de entender mi pregunta. Lo que a su vez demuestra que es un hecho ya bien asimilado por su sociedad y que carece de importancia. En cuanto a los occidentales, muchos estamos de acuerdo en que en oriente existe esta relación humano-entorno, este libre albedrío material y resulta totalmente perceptible a nuestros ojos.
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Pies de foto:
[Todas las imágenes] Simón Rodríguez (2014) Pertenecientes a la serie Decadencia Asiática en Taiwán. Puede consultarse la serie en la página de Simón Rodríguez en Flickr: https://www.flickr.com/photos/simon__n/sets/72157644200732763/
