Jia Zhangke y la China que no conocemos
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Jia Zhangke y la China que no conocemos

    Xiao Wu (The pickpocket) se consagra como el primer largo y verdadero debut de Jia Zhangke, director perteneciente a la denominada sexta generación de cineastas chinos. La película fue rodada en su ciudad natal Fengyang, Shanxi (al norte de China) con una cámara de 16mm y un puñado de amigos y conocidos que ni siquiera eran actores profesionales.

 


    Producida por el propio Zhangke y financiada por una compañía Hongkonesa (territorio recientemente recuperado por China en aquel mismo año, el cual previamente gozaba de una mayor libertad). Esta característica, junto al hecho de que la región de Shanxi se encontraba, especialmente alejada de la capital y sus controles de censura, hicieron posible el rodaje sin demasiados contratiempos. Debido a que carecía del apoyo de un estudio chino, y por tanto, era ajeno a las leyes del estado, el film se declaró ilegal en el país. Tan sólo era proyectado en universidades, algunos centros culturales o bien se distribuía clandestinamente en DVD.

 

    Clasificable, por lo tanto, dentro de lo «underground» o «rareza» dentro de China, se podría catalogar también dentro de lo que sería el prototipo de película de cine independiente oriental: personajes con pasado oscuro, de clase baja o excluidos de la sociedad, escasez de diálogos, cotidianidad, incomprensión, etc.


        «Clasificable dentro de lo "underground" o "rareza" dentro de China, se podría catalogar también dentro de lo que sería el prototipo de película de cine independiente oriental: personajes con pasado oscuro, de clase baja o excluidos de la sociedad, escasez de diálogos, cotidianidad, incomprensión, etc.».


    En Xiao Wu podemos encontrar parte de esto y algo más. El título da nombre también al protagonista, un incorregible carterista que se dedica al tráfico ilegal de cigarrillos: su única fuente de ingresos. La película se centra en su actual vida y todo lo que a ésta rodea. Es a la vez una oposición, por parte del director, hacia una China que se encontraba en plena reforma economica y sometida a grandes y a veces desconcertantes cambios. Es un fenomenal reflejo de la vida china en las pequeñas ciudades, en contraposición al extremadamente veloz progreso y la abominante industrialización de ciudades como: Tianjin, Shenzen o Dalian, por citar algunas de las más grandes. Zhangke se opone a esa ornamentada promoción turística que el gobierno distribuye al exterior. «Un contraplano frente al turismo olímpico y las grandes construcciones».

 

 



    Es también un reflejo de sus gentes; puesto que ninguno de los personajes de la película es realmente un actor. Este hecho aporta a la obra una potente naturalidad, abierta siempre a la improvisación, donde se muestra a veces esa pureza e impulsos iniciales que tan especial hacen a Xiao Wu. Combinado con planos inclasificables, descentrados, que a menudo se tratan de una cámara al hombro persiguiendo al actor, supone una forma bien acertada de acercarse más a la realidad: un rasgo que he visto repetido en otras películas de Zhangke y nos proporciona esa sensación de ser invisibles y estar persiguiendo/observando a una persona en su día a día.


    A menudo dudamos acerca de si los supuestos extras son realmente extras o simplemente gente desprevenida realizando sus quehaceres. A menudo les vemos vacilar sobre si mirar o no directamente a la cámara. Al mismo tiempo se deja patente el reflejo de la propaganda política en las calles y en la televisión. El ambiente sonoro es sencillamente evocador e inmejorable. Desde las canciones populares del momento, o los viejos clásicos, hasta los pequeños ruidos y voces de fondo que se cuelan en los micrófonos.


        «Podemos resumir el contenido de la película en tres puntos: rechazo familiar, amistad traicionada y búsqueda de uno mismo».


    Sin entrar en detalles argumentales, podemos resumir el contenido de la película en tres puntos: rechazo familiar, amistad traicionada y búsqueda de uno mismo. El cine de Jia Zhangke es sin duda un gran contribuyente hacia la muestra de la China contemporánea. Sus rostros y sus paisajes de otro modo serían de dificil acceso.

 

    Es cierto que el cine de Jia Zhangke no deja indiferente a nadie, o casi nadie. Probablemente el final de Xiao Wu sea uno de sus momentos clave; donde el espectador experimenta sentimiendos intensos, los cuales tardan tiempo en borrarse de la mente. Se trata de una fuerte sensación de verguenza a la que nos enfrenta el director, y a la que tenemos que hacer frente bajo la piel del protagonista. Y lo que queda al final, quizás desde un punto de vista más técnico, es la duda no resuelta de si ese último plano ha sido rodado en tan sólo una toma, o realmente estaba todo premeditado y organizado.

 

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Pies de foto:


[Todas las imágenes] Jia Zhang Ke (dir.) (1997). Xiao Wu (Largometraje 105'). China: China-Hong Kong; Beijing Fim Academy; Hu Tong Communications.

 


Enlaces de interés:


Ficha técnica en FilmAffinity. Recuperado el 3 de enero de 2014, desde: http://www.filmaffinity.com/es/film385375.html


Ficha técnica en IMDb. Recuperado el 3 de enero de 2014, desde: http://www.imdb.com/title/tt0144020/

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Simón Rodríguez
Enamorado de la música, entusiasta de Asia, escéptico en ocasiones y vividor a ratos. Hago música y fotografías y grabo podcasts en mis ratos libres.
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