El fin
¿De dónde venimos? ¿A dónde vamos? Sea como sea, siempre será mejor hacerlo con una buena merienda mientras disfrutamos del espectáculo.
Regresar hacia el futuro.
Avanzar hacia el pasado.
Lo innegable es que vamos, a un sitio u otro, pero vamos; aunque aún no sabemos muy bien a dónde. Hay veces en las que retrocedemos sobre nuestra propia mugre ennegreciendo nuestro futuro y el de los que están por venir. Otras veces avanzamos tan rápido que no nos damos cuenta de que lo que realmente estamos haciendo no nos ayudará a dar pasos adelante, sino más bien todo lo contrario.
Nos exprimimos en las matemáticas para finalmente darnos cuenta de que uno más uno es cero, y no dos. Vivimos presos de una falsa evolución sobre lo que nos rodea. Innovamos en el envoltorio pero retrocedemos en el contenido, y un caramelo así no puede tener buen sabor. Pero, con los medios adecuados y un maltratado uso de nuestro propio sentido común, hasta la mierda más apestosa podría saber a fruta tropical.
El circo tiene las entradas vendidas para toda la temporada, y los espectadores sólo quieren que les regalen un trozo de pan para merendar mientras presencian el espectáculo, inconscientes de que quizás sea el propio espectador quien hace disfrutar y no al revés.
Lo innegable es que vamos, a un sitio u otro, pero vamos. El día que falte el pan podremos dar por buenas las tortas, o bien arrancar el envoltorio de raíz y ver que la harina siempre estuvo caducada.
Porque si sumamos futuro y pasado lo que nos queda es tan triste como permanecer en el mismo sitio, pero hasta la mierda más apestosa puede saber bien con un buen trozo de pan.
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Pies de foto:
[Imagen principal] Ángeles Díaz (2014).
Por Marta Eulalia Martín, 30 nov 2014, en Literatura.
Por Antonio Ortega, 28 nov 2014, en Historia.