Acercamiento al Islam
Los últimos acontecimientos en la vecina Francia hace que sea necesario un acercamiento de Occidente a los cimientos del Islam, de forma que podamos enfrentarnos sin prejuicios al otro. En el presente artículo hablaré del origen de la fe islámica, centrándome en la figura del profeta Mahoma. El Islam es una de las tres religiones de Abraham junto al judaísmo y al cristianismo, compitiendo en número de seguidores con la segunda. Esta fe acepta el legado espiritual de las otras dos religiones abrahámicas, siendo frecuentes las alusiones coránicas a Moisés (en árabe, Musa), David (en árabe, Dawud) o Jesús (en árabe, Isa), aunque el Islam se considera la culminación de ambas a través de la revelación de Mahoma.
Las citadas figuras bíblicas no sólo están consideradas como profetas (en árabe, nabi) por el Corán, sino también «enviados» (en árabe, rasul) porque a ellos se les fue revelada una escritura divina: Moisés, la Torá; David, los Salmos; y Jesús, el Evangelio. En el Islam, si bien se honra la figura de Jesús, su concepción difiere de la cristiana, ya que no se acepta su divinidad o que muriera crucificado.
Mahoma, el profeta del Islam.
a) Contexto histórico-cultural: El profeta Mahoma nace en el año 570 d. C. en La Meca (Arabia), miembro de la tribu de los Qurays. El sistema de tribus era muy importante en la sociedad árabe de la época, ya que era obligado que sus miembros se ayudaran y protegieran entre sí.
La tribu de los Qurays se encargaba de la protección de la Kaaba, un edificio cúbico cubierto por un manto negro, el cual poseía en una de sus esquinas una reliquia consistente en una piedra negra (posiblemente, un meteorito). Dentro de la Kaaba se albergaban más de 360 imágenes de dioses tribales árabes, así como de otras confesiones religiosas, flechas adivinatorias, etc. Gran parte de la economía mequí se basaba en las peregrinaciones que las distintas tribus árabes realizaban anualmente a La Meca. Este ritual sería adoptado con la llegada del Islam al poder, concretamente bajo el Califato de Omar.
La posición de la mujer en la Arabia preislámica es un tema muy discutido. Algunos autores señalan la existencia de infanticidio de niñas, algo que Mahoma condenó. El derecho que el Islam dispone para la mujer respecto a la herencia y a la administración sus bienes también supone un punto positivo con respecto a la etapa preislámica, aunque sólo tiene opción a la mitad de lo que pueda heredar un varón. Sin embargo, otros autores señalan que la posición de la mujer con la llegada del Islam empeoró, ya que ésta se va a encontrar subordinada al marido. Ambas posiciones son verdades a medias, pues aunque la mayoría de las diferentes tribus adoptaron un sistema patriarcal, también había tribus matriarcarles, si bien eran minoritarias.
Aparte del culto politeísta árabe, en Arabia tenían mucha importancia la fe cristiana y la judía. De especial interés para la aparición del Islam tendrá una denominación conocida como hanif, un movimiento religioso que defiende la unidad de Dios y el rechazo al culto a las imágenes. En el Corán, Abraham sería calificado como hanif, ya que por entonces no existía la ley de Moisés (base del judaísmo) ni la revelación cristiana: «Abraham no fue ni judío ni cristiano, sino que fue un hanif, sometido a Allah, no asociador» (Corán, 3: 67). Mahoma, posiblemente, estaría familiarizado con todos estos cultos mientras recorría distintas zonas de Arabia y Siria como comerciante y pastor de ovejas. Una leyenda afirma que un monje cristiano llamado Bahira le reconoció como profeta cuando éste estaba al servicio de su tío.
«En el Islam, si bien se honra la figura de Jesús, su concepción difiere de la cristiana, ya que no se acepta su divinidad o que muriera crucificado».
b) Vida de Mahoma: Si bien hay autores que afirman que Mahoma no existió como figura histórica y que se trata de un mito útil para el sentimiento nacional árabe, la historicidad del mismo está fuera de duda, pero hay que señalar que, al igual que otras figuras religiosas, los relatos sobre su vida están mezclados con leyendas y elementos sobrenaturales. La primera biografía sobre
Mahoma fue escrita 120 años después de su muerte. Se trata del Sajij al-Bujari, la primera gran recopilación de hadices o hadites (en árabe significadichos), transmitidos de forma oral hasta su plasmación por escrito.
Juventud: Abdullah, padre de Mahoma, muere antes de que éste naciera. Por esta causa, Amina, su madre, recurre a la protección de Abdul Muttalib (abuelo de Mahoma). Según la tradición árabe, Amina dejó a su hijo con una nodriza beduina llamada Halima hasta que éste cumple los cinco años. Sin embargo, Amina muere poco después, pasando Mahoma al cuidado de su tío Abu Talib. Abu Talib instruirá a Mahoma en distintos oficios: aguador, comerciante, pastor de ovejas y ayudante de caravanas. Con 25 años, Mahoma contrae matrimonio con una viuda rica llamada Khadija, la cual era quince años mayor que él. De este matrimonio nacerán dos niños y cuatro niñas, aunque los varones morirán.
Revelación divina: Según la tradición islámica, Mahoma sentía mucha preocupación por el mal estado espiritual de los árabes. A menudo practicaba la meditación y el ayuno en la cueva del monte Hira, próximo a La Meca. Es en este lugar donde tendrá lugar su primera revelación divina a través del arcángel Gabriel, figura angélica importante dentro de la fe cristiana y judía.
Según el Corán, esta revelación le ordenó lo siguiente: «¡Recita en el nombre de tu Señor, que ha creado al hombre de sangre coagulada! ¡Recita, tu Señor es el Magnífico, que ha enseñado el uso del cálamo, ha enseñado al hombre lo que no sabía!» (Corán, 96: 1-5).
Para los musulmanes, Mahoma era analfabeto, aunque el historiador Juan Vernet lo ha puesto en duda, debido a que un mercader que había recorrido con sus caravanas tales extensiones debía disponer un mínimo de conocimiento de los rudimentos de la escritura para llevar sus negocios. Al entender esto, comprendemos mejor esta cita coránica. En el pasaje se le ordena leer, algo inconcebible si tenemos en cuenta que era analfabeto. Un hadiz escrito posteriormente destaca este analfabetismo, lo que recalcaría el carácter milagroso del Corán, pues sería una obra donde no habría intervenido ningún ingenio humano.
¿Cómo explicar racionalmente estas revelaciones? Según sus discípulos, cuando Mahoma recibía estas revelaciones era cubierto con una sábana, ponía los ojos en blanco, se retorcía por el suelo y a veces echaba espuma por la boca. Washington Irving, entre otros autores, señala que estas manifestaciones son síntomas de ataques epilépticos, algo que señala el historiador bizantino Teófano. Juan Vernet, por su parte, rechaza que Mahoma fuera epiléptico, ya que la epilepsia se manifiesta a través de imágenes y no de palabras.
Al bajar del monte Hira, donde había tenido su primera revelación, Mahoma regresará a su hogar y contará lo que ha visto a su mujer Khadija, que se convertirá en la primera creyente del Islam. Un pequeño grupo de su entorno también dará crédito al carácter divino de su mensaje. Comienza la vida como profeta de Mahoma.
«Su mensaje se centraba principalmente en lo social: se debe ayudar a los débiles, practicar la caridad con los pobres, no estafar en el comercio, etc.».
Proselitismo: Mahoma predicaba a menudo en La Meca, teniendo éxito entre la juventud. Sus compatriotas politeístas, en un principio, no dificultaron su labor como predicador. Su mensaje se centraba principalmente en lo social: se debe ayudar a los débiles, practicar la caridad con los pobres, no estafar en el comercio, etc. Sin embargo, pronto tuvo dificultades cuando comenzó a predicar contra el politeísmo y la idolatría, ya que, como señalé anteriormente, gran parte de la economía mequí se centra en el culto en la Kaaba.
Para Mahoma, sólo debía rendirse culto a Allah. Sobre esto existe cierta confusión: ¿es Allah un dios distinto al de las otras dos confesiones abrahámicas? La palabra Allah viene del árabe Al-lil-lah, que significa literalmente «Dios». La palabra puede compararse con otras lenguas semitas: en hebreo es Elohim y en siríaco es Allaha. Es cierto que existía una divinidad tribal llamada Al-lat, pero no tiene nada que ver con el dios del Islam, de la misma forma que la palabra en castellano «dios» no implica que adores a Zeus: la palabra castellana «dios», viene de la forma genitiva griega de Zeus (theos) de donde viene también la palabra «teología».
En definitiva, basta leer el Corán para ver que Mahoma relacionaba a su dios con el de la Biblia. No obstante, sí existen algunas diferencias con respecto a la concepción de Dios en el cristianismo: el Corán rechaza la Trinidad y la divinidad de Jesucristo. En este sentido, podría considerarse dos religiones con dos dioses diferentes, aunque el Islam se aproxima a otras manifestaciones cristianas monofisitas de la época.
La oposición hacia las doctrinas de Mahoma será liderada por Abu Sufián. El Islam, que significa «sometimiento», pondrá en serias dificultades a los musulmanes (como así habían comenzado a denominarse a los seguidores de Mahoma, que significa «los que se someten (a Dios)»). Algunos de ellos serán azotados e incluso asesinados, así como marginados en el mercado. Por ello, gran parte emigra a Abisinia (actual Etiopía) bajo la protección de un rey cristiano.
Mahoma (al igual que un sector importante de sus seguidores) permanecerá en La Meca durante 10 años más, estando bajo la protección de su tío Abu Talib. Éste morirá poco después de su mujer Khadija. Estando sin protección, la oposición decide asesinarle: mientras duerme, un miembro de cada tribu le clavaría una espada al mismo tiempo, así la culpabilidad del crimen estaría compartida entre los diversos clanes, de forma que no existiera la posibilidad de venganza. No obstante, Mahoma acaba enterándose de sus planes y huye de La Meca.
Esta huida, denominada Hégira, marca el año cero en el calendario musulmán, algo acordado bajo el Califato de Omar. El año 0 de este calendario será el 622 d.C. Se refugiará en la ciudad de Yatrib, que será la base del futuro poder político de este personaje.
«Mahoma afirma que ha recibido una nueva revelación por la cual Allah consiente el culto a unas divinidades menores, las "hijas de Allah"».
Versos satánicos: Este episodio es famoso por la novela «Los versos satánicos» del escritor hindú Salman Rushdie, que le costó una amenaza de muerte a través de una fatwa dictada por el Ayatolá Jomeini. Sin embargo, existe una base real en esta novela.
En medio del conflicto con los defensores del culto politeísta, Mahoma afirma que ha recibido una nueva revelación por la cual Allah consiente el culto a unas divinidades menores, las «hijas de Allah»: Al-Lat, Uzza y Mana, diosas menores árabes, a las cuales se rendía culto en la Kaaba. Existe un pasaje en el actual Corán donde son mencionadas: «¿Habéis visto a Lat, Uzza y Mana, la otra tercera?» (Corán, 53: 19-20).
Según at-Tabari (s. X), basándose en un informe de Urwa Ibn az- Zubair al califa Abd al-Malik (685-705), a estos dos versos del Corán les seguían dos o tres más, aunque no aparezcan reflejados en la redacción actual: «Éstas son las grullas excelsas. Uno puede confiar en su intercesión». Otra variante es «su intercesión agrada (a Dios)».
Sin embargo, poco después Mahoma se arrepintió de aquellos versos, afirmando que había sido engañado por Satanás: «cuando mandábamos antes de ti, a algún enviado o a algún profeta, siempre enturbiaba el Demonio sus deseos. Pero Allah invalida las sugestiones del Demonio y, luego, corrobora sus aleyas». (Corán, 22: 52).
La corrección a esta supuesta revelación está reflejada también en el Corán, también en la sura (capítulo) 53: «No son sino nombres que habéis puesto, vosotros y vuestros padres, a los que Allah no ha conferido ninguna autoridad» (Corán, 53: 23).
Período Mediní: Mahoma y el resto de sus seguidores que aún permanecían en La Meca, parten hacia Yatrib, una ciudad comercial con fuerte presencia judía. Ya existían musulmanes allí, los cuales habían huido cuando las condiciones de vida en La Meca comenzaron a ser hostiles hacia ellos.
Según el relato musulmán, se construyó su casa en el lugar donde se posara su camello. Junto a esta casa se construirá la primera mezquita del Islam, centro de reunión y oración para los musulmanes. Un antiguo esclavo negro llamado Bilal será el encargado de llamar a la oración, al igual que los cristianos usaban el redoble de las campanas o los judíos el cuerno. Esta mezquita contaba con un patio central (donde se reunían los musulmanes), un mihrab (desde donde Mahoma se dirigía a sus fieles), unas habitaciones para las mujeres de Mahoma y el alminar desde donde se llamaba a la oración.
Ante las amenazas de las tribus árabes enemigas, Mahoma comienza a comportarse como un líder político y militar, dictando numerosas órdenes y leyes. Yatrib comenzará a llamarse Medina, que en árabe significa «ciudad». Medina sería la ciudad del Profeta Mahoma. Los judíos que le aceptaran como profeta (al margen de que siguieran practicando su religión) serían respetados.
Sin embargo, sólo dos rabinos y una minoría entre los judíos le aceptó como líder. Mahoma, previamente, había tratado de atraerlos hacia el Islam a través de algunos elementos del culto judío que introdujo en su predicación: puso como punto de mira para la oración Jerusalén, así como guardar el Shabbat (día de descanso y oración en el judaísmo) y algunas de sus leyes alimenticias (prohibición de comer cerdo).
«Ante las amenazas de las tribus árabes enemigas, Mahoma comienza a comportarse como un líder político y militar, dictando numerosas órdenes y leyes».
Pero la mayoría de los judíos no podían aceptar como profeta a un personaje como Mahoma, que conocía bastante mal buena parte de la Biblia o que permitía a sus seguidores comer carne de camello (algo prohibido en el judaísmo). Mahoma, desde entonces, cambiará Jerusalén por La Meca como punto de vista en la oración, algo conocido como qibla.
Se ha comentado que el día sagrado musulmán se cambió del sábado (como los judíos) así como el domingo de los cristianos, al viernes como una forma de distinción del Islam ante el Judaísmo, debido al resentimiento de Mahoma hacia los judíos. Pero puede que este cambio se deba más bien a cuestiones prácticas, como señala el teólogo Hans Küng, ya que el día del mercado en Medina tenía lugar el viernes. Al mercado acudían numerosos árabes de pueblos vecinos, por lo que era el mejor momento para aprovechar y celebrar la oración conjuntamente.
Las relaciones entre Medina y La Meca se deterioran. Las propiedades de los musulmanes son confiscadas por sus compatriotas politeístas, además de asaltar sus caravanas. El 15 de marzo del 624, Mahoma guía a sus fieles contra sus enemigos. Se trata de la batalla de Badr. Esta batalla se considera milagrosa, ya que los musulmanes eran trescientos, mientras que sus enemigos eran cerca de mil soldados. Supondrá la primera gran batalla ganada por el Islam y el inicio de la expansión del poder político de Mahoma.
Conflictos con los judíos: Mahoma se radicalizará con los judíos, que en ocasiones se habían aliado con sus enemigos, mientras que en otras se mantenían neutrales. Así actuó según los casos: en el año 624, el mismo en el que tuvo lugar la batalla de Badr, la tribu judía de los Banu Qainuqa, tras abandonar los pactos acordados con los musulmanes, se ven obligados a emigrar, abandonando sus propiedades. Al año siguiente (625), los Banu Nadir, al igual que la tribu anterior, se ven obligados a emigrar. En el año 627, tras la denominada batalla de la trinchera, los seiscientos varones judíos de la tribu Banu Quraiza, que se habían mantenido neutrales (otras fuentes señalan una alianza con los enemigos de los musulmanes), son asesinados en un solo día, siendo sus mujeres e hijos esclavizados.
También existen casos individuales de asesinatos de judíos que le manifestaron oposición a través de poemas: según relata Ibn Ishaq en su obra Sirat Rasul Allah (La vida del Profeta de Dios), el poeta judío Abu Afak, del que decían que llegó a la edad de 120 años, fue un firme opositor político de Mahoma. Llegó a escribir un poema contra él y sus seguidores, por lo que fue asesinado. Otro poeta judío, llamado Salim Ibn Umayr, escribió un poema tras la batalla de Badr donde lloraba la muerte de los caídos por parte de los musulmanes, siendo asesinado por ello. Asma bint Marwan fue otra poeta judía que murió asesinada mientras daba el pecho a su hijo.
Sin embargo, los judíos van a ser tolerados durante un tiempo en el imperio musulmán, al igual que los cristianos. Entre ellos cabe destacar núcleos como los centros de estudios talmúdicos de Sura y Pumbedita, situadas en el actual Irak. Parte de los judíos que vivieron en territorio musulmán, se convertirán al Islam, introduciendo parte de la imaginario judío en las tradiciones populares musulmanas: caso de Alboraico, caballo mitológico judío con el cual Mahoma viajará en una noche a Jerusalén, desde la cual ascenderá
al Cielo.
«La batalla de Badr supondrá la primera gran batalla ganada por el Islam y el inicio de la expansión del poder político de Mahoma».
Las mujeres de Mahoma: Una de las acusaciones que más se le achacan a Mahoma es el de ser un lujurioso. Él mismo llegó a decir que sus debilidades eran las mujeres y los perfumes. A lo largo de su vida llegó a tener alrededor de quince esposas, aunque no a la vez. Cabe señalar que durante su matrimonio con Khadija fue estrictamente monógamo. Aparte de Khadija, que ya la mencioné anteriormente, una de sus esposas más famosas fue Aisha, hija de Abu Bakr (el primer Califa del Islam).
Según cuenta el Sajij al-Bujari, Mahoma se casó con ella cuando ésta tenía seis años, consumando su matrimonio cuando cumplió los nueve, recién llegada su pubertad: «Narró Aisha que el profeta se casó con ella cuando tenía seis años de edad y consumó el matrimonio cuando tenía nueve años y después siguió con ella nueve años». (Sajij al-Bujari, 7: 50; 62. 39. 64).
Sin embargo, la edad con la que Aisha contrajo matrimonio con Mahoma sigue siendo una fuente de controversía. Autores musulmanes han escrito artículos donde destacan las contradicciones respecto a la edad de Aisha según las fuentes islámicas clásicas (puede consultarse en un enlace expuesto en la bibliografía).
Gran parte de sus mujeres eran viudas de sus partidarios caídos en la batalla, afirmando que no se podía dejar a una mujer sin alguien que las sostuviera y protegiera. Entre ellas había una judía y una cristiana. Además, se sabe que su hijo adoptivo Zaid se divorció de su esposa Zaynab para que su padre pudiera estar con ella. Estos matrimonios, si bien algunos son cuestionables, no se deben a motivos lujuriosos, sino a una forma de establecer alianzas políticas.
Campaña de conquista: Tras la victoria de la batalla de las trincheras, Mahoma y sus seguidores continuaron la campaña de conquista de Arabia. El pillaje estaba permitido, como una forma de retribución al saqueo de las propiedades de los musulmanes por parte de sus enemigos. Se podía negociar la rendición a través de embajadas enviadas a las ciudades. El año 630 se conoció como el año de las embajadas, a menudo permitiendo a los lugares sometidos licencias que iban contra la doctrina islámica (en ocasiones se les permite beber vino, no se prohíbe la prostitución o se les libra del impuesto para la limosna, como ocurrió a la región de Taif).
En el año 630, Mahoma alcanza el poder en La Meca a través de una peregrinación pacífica, acordada a través de treguas. Su población sería amnistiada, prometiendo no atacar a los que anteriormente les había perseguido. El perdón y la reconciliación, como se puede observar, se conciben dentro del Islam. Los musulmanes se dirigieron a la Kaaba, donde Mahoma entró y destruyó a los ídolos que albergaba, excepto a una imagen: la figura de la Virgen con el niño Jesús.
Los musulmanes habían conseguido a través de las conquistas y las embajadas un gran dominio en Arabia, uno de los logros de Mahoma como dirigente político. Murió dos años más tarde en Medina (632).
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Pies de foto:
[Imagen principal] Chema Peral (2015).
Bibliografía:
ANÓNIMO, El Corán.
BUJARI, Sajij al-Bujari.
IRVING, Washington, Mahoma.
KÜNG, Hans, El Islam: Historia, presente y futuro.
VERNET, Juan, Los orígenes del Islam.
VERNET, Juan, Mahoma.
Filmografía:
RUSHDIE, Salman, Los versos satánicos.
Para los que no estén familiarizados con el Islam, recomiendo ver la película Mahoma, el mensajero de Dios (The Message, 1977), dirigida por el cineasta sirio y musulmán Moustapha Akkad. Aunque hagiográfica, me parece muy didáctica para dar a conocer los orígenes y fundamentos del Islam a un público occidental (ésta era la intención de Akkad al filmarla). La figura de Mahoma no aparece por respeto a los musulmanes, siendo protagonista el actor Anthony Quinn, que interpreta a Hamza, protector del profeta. Para verla: http://goo.gl/P4N1rq.
Enlaces de interés:
http://www.webislam.com/articulos/62552-la_edad_de_aisha.html.
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Por Marta Eulalia Martín, 31 ene 2015, en Literatura.