SOCIEDAD

Caridad vs justicia: siempre hay dos bandos.

Entramos en el mes en el que hay que ser felices, pero sobre todo en el que tenemos que compartir y ayudar al necesitado. Ya vendrá Enero.

«Invertir y pagar bien a los trabajadores es socialmente más útil que hacer donativos multimillonarios».

Mensaje de Gustavo García a Amancio Ortega.

Entramos en el mes en el que hay que ser felices, pero sobre todo en el que tenemos que compartir y ayudar al necesitado. Ya vendrá Enero. Se dice que el ser humano (que no el Hombre), es malo por naturaleza, pues bien yo pienso que no, que el malo intentó engañar y lo consiguió, y si no pudo engañar reprimió a los buenos; diez a cien. Difícil empresa aunque en ella estamos, la de «volver a las raíces», necesaria y radicalmente, que no es más que desde la raíz, de manera tajante, firme y desde abajo hacia arriba. Eduardo Galeano nos recordaba en la primera parte de esta trilogía que, «La caridad es humillante porque se ejerce verticalmente y desde arriba. La justicia y la solidaridad son horizontales e implican respeto mutuo».

Solemos ir a pedir ayuda cuando tenemos un problema que ya no podemos solucionar solos. Después de recibirla y solucionar este, habitualmente no cambiamos nuestra manera de actuar frente a lo que ha hecho que necesitamos esa asistencia. Me explico, mis acciones o las circunstancias más mis acciones, han provocado algo que interfiere negativamente en mí, pero cuando me ayudan sin más, cuando me sacan de ese atolladero vuelvo a cometer los mismo errores. No hay un aprendizaje y si puede haberlo, no me interesa, solo quiero salir de esa situación.

Una de las virtudes que ha dotado de esqueleto y órganos a la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), ha sido precisamente esta fue creada por propios afectados, no sólo por gente sensibilizada que quiso ayudar. Y una vez funcionando los nuevos afectados no sólo son asistidos y ayudados, sino que primeramente se les exige un compromiso con la plataforma, un «contrato moral» no escrito. Pertenecer activamente en la PAH es abrirte y hablar delante de todos en las reuniones, pasando el trance de la vergüenza social que supone ser un delincuente para el Estado; escuchar a gente con problemas hipotecarios y sus consecuentes o viceversa, que en muchos casos se repiten (y no) y animar a otros a que acompañen; ir con los juristas y demás comPAHs a negociar con los usureros, etc.

En definitiva, ser parte de la solución de otros afectados. La gente se empodera [1], es responsable de sus problemas, toma parte en ellos, hay un compromiso social (no como el de La Caixa), un aprendizaje y una posterior ayuda casi vocacional.

Todo este movimiento organizado ha eyaculado como sentencia judicial del TJUE que declaraba ilegal las ejecuciones hipotecarias del Gobierno Español. Solidaridad de afectados y concienciados con afectados. Justicia. Que aún está por materializarse. Todo se andará. Sí que se puede.

La pobreza es innata y necesaria en el sistema en el que vivimos, si no existiera tal pobreza el mundo occidental no podría consumir como consume, quienes manejan esos hilos no podrían jugar a ser titiriteros, y quienes instruyen titiriteros tendrían que trabajar y sudar para ganarse el pan que roban. Nos hacen pensar que los políticos neoliberales toman sus propias decisiones y que se equivocan, pero no es así; el político neoliberal obedece órdenes pensadas exhaustivamente, las aplica y es entonces cuando hay consecuencias negativas para el 99% de la población. El político neoliberal vuelve a recibir órdenes para «arreglar» ese estropicio. Crear problemas y después ofrecer soluciones. Para entender este punto es básico echarle un ojo al resumen de las «Diez estrategias de manipulación mediática» del sociólogo Noam Chomsky. Verdades como puños. Responsables señalados. Despierta.

«Si no existiera tal pobreza el mundo occidental no podría consumir como consume».

Entre Todos, fue el polémico programa de TVE que ayudaba a familias necesitadas a través de sus telespectadores, los cuales donaban dinero con todo el esfuerzo del mundo. Entre Todos se quemó en la parrilla televisiva este verano tras las innumerables críticas sufridas por colectivos de trabajos sociales e incluso por sus propios telespectadores. Tiene arreglo es el programa madre, y este sí que sigue su emisión (Canal Sur), Toñi Moreno empezó su bondadosa y altruista carrera en él hasta que saltó a la TV nacional debido al éxito de telespectadores, traducido en anuncios, traducido en dinero, traducido en telespectador consumista, sobre lo que también hablábamos en números anteriores de la revista.

Lo que sorprende de Toñi es su excesiva efusión, su teatralidad excesiva, su constante calentamiento corporal y ese afán por querer demostrar ser cercana. Lo que tiene esta mujer no es una llamada, sino que aprender de los profesionales a los que minusvalora su trabajo, como son los trabajadores sociales, que a parte de poner parches en la rueda, se dedican a intentar cambiar las leyes y no perpetuar el sistema caritativo, que es de lo que se trata. Aunque ni la propia Toñi tiene culpa directa de esto, ella es otra financiada para perpetuar el sistema de clases, un programa tan solidario que pagaba 7000€ a la semana a una mujer tan solidaria que no se le caía la cara de vergüenza de recibir ese salario en ese humilde contexto. ¿Quién no ha soltado una lágrima viendo como «La Toñi» apretaba las tuercas al afectado hasta que este se hundía (siendo humillado públicamente) y se ponía a llorar? Y si supuestamente este programa no fomentaba la caridad: ¿Por qué simplemente la gente que llamaba no lo hacía de manera anónima? Pues bien, porque la caridad se ejerce desde una posición de superioridad. Yo te doy, pero ¡Ojo! Yo tengo y tú no, y me llamo Gustavo, tengo 32 años y llamo de Cardedeu, el de la tienda de comestibles del barrio Norte y acabo de echar a un mendigo de la puerta porque me espanta a los clientes. ¿Qué ofreció un servicio público más claro que el que lo vaya a hacer «Adán y Eva»? Evidentemente. Pero es como decir que voy a ver los animales al circo porque los toros me parecen una salvajada.

Somos es una iniciativa española que lucha contra la pobreza en el mundo cuya primera idea fue que nos pusiéramos la camiseta con la etiqueta por fuera y salir así a la calle. Impulsada y financiada por Movistar, Vodafone, Unilever, Mapfre, Reale Seguros, Prisa, Banco Popular, o los mismísimos BBVA, Banco Santander y El Corte Inglés.

«La caridad se ejerce desde una posición de superioridad».

Une con flechas: varios de los principales creadores y beneficiarios de la crisis económica en la que estamos hundidos, de la mano de importantes ONGs, que viven en ese placentero hacemos lo que nos dejan hacer, nos responsabilizan indirectamente de esa pobreza y hacen un llamamiento a que aportemos nuestro granito de arena para acabar con ella. Nuestra conciencia quedará limpia, y podremos seguir con nuestras consumistas y egoístas vidas.

Dos simples ejemplos de caridad masificada, aunque seguro que tenéis en la mente algunos más.

Nos canta Ignacio González vegas que:

«…Pues solo hay dos bandos y ahora tienes que escoger;
Para que uno gane el otro ha de perder.
¡Uno!: desobedecer;
¡Dos!: un acto de fe;
¡Tres!: levantar la voz (y acabar gritando).
Tenemos la razón; puedes creerlo o no
Pero esta es mi única canción real de amor».

La sociedad occidental en general estamos del lado del opresor, y somos partícipes de que el oprimido siga siéndolo. Para ejemplarizar esto, diré que la sociedad española desde el 82 hasta hoy, sigue votando a «el partido». Corruptos en su simiente, por naturaleza: uno que cambia «Alianza» por «Partido» y otro que se crea de la nada, que lo cambió todo para que nada cambiara. El 20 de noviembre de 2011, por los motivos que sean, casi dieciocho millones de personas siguen legitimando a estos dos partidos, y otros nueve millones deciden legitimarlos sin acudir a las urnas. Veintisiete millones de personas, de treinta y cinco millones llamados a las urnas [2]. Es decir que si, que aunque no queramos reconocerlo estamos a día de hoy del lado del que lleva la manija. Quizás porque queremos ser como ellos, porque en esta guerra encarnizada que parece se encuentra en su última batalla, nadie veía final y cada vez más número de nosotros hemos querido nuestro cachito de sentirnos por encima de los demás, de sillón de terciopelo, de gran empresario viniendo de peón de albañil, de emprendedor, de señorito de mercedes, de accionista de club de fútbol, de patrón gritón o de representante de Michael Jackson.

Para volver a las raíces del ser humano, hemos de arrebatar lo que es nuestro (no nos lo van a regalar por navidad) y volver a naturalizarlo. Traducido al siglo XXI esto es transformar las leyes desde dentro (legislando) y fuera (desobedeciendo) del sistema y hacer que estas defiendan a la Pacha Mama, esto incluye a toda especie animal como la especie humana, y las heterogéneas características donde habiten. Esto está muy bonito escrito, pero la guerra continuará.

Warren Buffet dijo: «Hay una guerra de clases, pero es mi clase, la de los ricos, la que está haciendo la guerra y la estamos ganando». Tercer hombre más rico del mundo en 2014. Medalla Presidencial de la Libertad.

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Pies de foto:

[Imagen principal] Laia Arqueros (2014).

Notasl al pie:

[1] (Del ingl. empower).

1. tr. Hacer poderoso o fuerte a un individuo o grupo social desfavorecido. U. t. c. prnl.

[2] http://es.wikipedia.org/wiki/Elecciones_generales_de_Espa%C3%B1a_de_2011

Bibliografía:

«Si se puede». Ada Colau/Adrià Alemay Ed. Destino

Enlaces:

Caridad vs Justicia http://thechurchofhorrors.com/numero-1/2014/1/sociedad/caridad-vs-justicia/

Plataforma de afectados por la hipoteca http://afectadosporlahipoteca.com/2013/03/14/europa-declara-ilegal-la-ley-espanola-de-los-desahucios/