El fin de Peter Pan
CINE

El fin de Peter Pan

    Escarbar en las profundidades del alma es el único lujo que podemos permitirnos la mayoría de los mortales. Ir a nuestros sitios secretos y recuperar una sensación en la que poder volver a regodearnos es algo que hacemos casi de manera inconsciente porque sabemos cómo; únicamente hay que hacer viajes de retorno, no hace falta ni que nos movamos del sitio, una canción, un olor, una frase, una voz o una película pueden ser nuestros billetes de vuelta, y siempre estamos dispuestos a comprarlos.


    La expresión «volver a las raíces» me provoca dos sentimientos totalmente contradictorios: nostalgia y alegría.

 

    La nostalgia nos inunda de una reconfortante tristeza a la vez que nos pone una sonrisa en la boca, una sonrisa dibujada por las emociones que provoca; la nostalgia es el recuerdo de un juego o una serie de la infancia, es volver a un lugar que sigue teniendo la misma luz, todo en el mismo sitio, es el reencuentro con un amigo que te cuenta batallas que vivisteis, vencidas o perdidas da igual, es oler la prenda de alguien que se ha ido o la comida de una abuela, ¿no creéis que no hay nada que active más nuestra misteriosa memoria sensorial que los olores?, es escuchar una canción que fue bálsamo cicatrizante o herramienta de autodestrucción en un momento crucial, es una foto o volver a escuchar una voz.

 

    Pero, sin lugar a dudas, una de las cosas que más me devuelve a mis raíces, que más nostalgia me produce es la empatía que siento al revivir en otros lo que yo mismo he vivido, recorrer lugares comunes del alma, ver el reflejo de anhelos, deseos y sueños que tuve y que tengo y que interactuaron en la encrucijada de ese camino que hay entre ser un niño y un adulto, cuando sientes que muere el Peter Pan que llevas dentro.

 

    Por todo esto, quiero inaugurar mi espacio invitando a todos a vivir y revivir, con el cine como vehículo, la catarsis que supone reconciliarse con el adolescente dubitativo que se equivocó mil veces y que os está haciendo los adultos que sois, os invito a no ponerle fin a vuestro Peter Pan particular, a seguir soñando de vez en cuando.

 

Las ventajas de ser un marginado (2012).


    Stephen Chbosky escribió en 1999 su novela más aclamada, Las ventajas de ser un marginado, todo un fenómeno de la literatura adolescente en E.E.U.U, que encontró una gran aceptación no sólo entre los «teenagers». En un ejercicio de amor profundo hacia todos sus fans, pero sobre todo hacia sus criaturas, decide poner imágenes a su historia, conocedor, como nadie, de los puntos fuertes y los puntos débiles de ésta.

 

    Charlie (un entrañable Logan Lerman) empieza el instituto con su inseguridad y su timidez como únicas compañeras de viaje hasta que conoce al carismático Patrick (gran Ezra Miller) y a su genuina hermanastra, Sam (Emma Watson más conocida como Hermione) que le harán sentir que forma parte de algo y le descubrirán la vida, el amor, la amistad, las drogas, los sueños y a sí mismo.


        «De una manera sutil e hipnótica, de repente, empiezas a engancharte con el carisma que derrochan los actores y con la vida y la personalidad que insuflan a sus personajes».


 

    El trío protagonista y algunos secundarios, andan sobrados de «indie», es más, de entrada pueden adolecer de ser tópicos andantes envueltos en situaciones de manual; puede, incluso, considerarse la trama y alguna que otra escena como una sucesión de clichés descaradísimo sobre la pubertad que nos parecerá un pastiche de todo lo que ya hemos visto. Pero, de una manera sutil e hipnótica, de repente, empiezas a engancharte con el carisma que derrochan los actores y con la vida y la personalidad que insuflan a sus personajes.

 

    Todas las taras iniciales se ven eclipsadas por la emotividad y la sinceridad de algunas escenas; el show de The Rocky Horror Picture Show o un final redondo pueden con el corazón más duro e incrédulo. Lo divertido de otras situaciones, el baile de graduación te invitará a sonreír como lo haces cuando te enamoras por primera vez y, además, todo regado con un magnífico repertorio musical (de The Smiths hasta Bowie) que sabe meterse a varias generaciones en el bolsillo, al igual que sus referencias cinéfilas que desvelan el gusto del autor por el «gafapastismo» desaforado.

 

    Pero lo que hace que esta cinta sea imprescindible es que tiene mucha alma y que detrás de esa imagen tan calculadamente «cool» brilla cuando no es consciente de su envoltorio, cuando se lo quita y nos deja ver lo que de verdad hay dentro.

 

The Spectacular Now (2013).

 

    Con los guionistas de 500 días Juntos, como absoluto reclamo, adaptando una novela de Tim Tharp y avalada por Sundance, un par de nominaciones a los Independent Spirit Awards y una recomendación personal, vi The Spectacular Now (a.k.a Aquí y ahora).

 

    Pertenece a ese género de películas que denominan «coming of age» y que tratan el paso de la pubertad a la edad adulta desde un punto de vista fresco y familiar. Pensé que haría mis delicias porque también tengo en mi apartado de historias para recomendar otras como Garden State, The Kings of Summer o Adventureland, historias que conectan con el eterno adolescente que vive en mí y que no sé cuando tiene pensado emanciparse.

 

    La carta de presentación era inmejorable. Brie Larsson (que me enamoró en Las vidas de Grace), Shailene Woodley (que me enamoró en Los Descendientes), ufffff! el flechazo estaba servido, pero, con lo que no contaba, era con el vecino de al lado, el increíble Miles Teller que borda su personaje de Sutter, un crápula y desvergonzado Don Juan que sólo piensa en beber y repartir su amor a todo el mundo, y es que el chico tiene un corazón enorme.


        «Pertenece a ese género de películas que denominan «coming of age» y que tratan el paso de la pubertad a la edad adulta desde un punto de vista fresco y familiar».


 

    El planteamiento es sencillo, chico popular que pretende hacer su obra de caridad con chica rarita e introvertida a la que llevará al baile de promoción; sin embargo se rompen nuestros esquemas, nuestras ideas preconcebidas con un desarrollo lleno de naturalidad y unos personajes afines a la realidad al 100%, de una autenticidad aplastante, visten normal, hablan normal, son físicamente normales (aunque adorables) y sufren normal, y tú con ellos, claro.

 

    Con absoluta delicadeza y sin rechinamientos, se trata la pérdida de la virginidad y de la inocencia, el abandono del hogar, el alcoholismo, el miedo al futuro incierto y todas esas cosas que nos asustaron y que nos asustan.

 

    Es en el manejo del melodrama donde tiene su baza fuerte porque pasas de la sonrisa a la lágrima sin que te avisen, con la misma naturalidad con la que se cuenta todo en esta bonita historia, y te planta en la cara ese temor que tenemos, el de cometer los mismos errores que cometieron nuestros padres, el de hacer daño a la gente que queremos, cuando, al fin, nos damos cuenta de que la queremos, el de pensar que no va a llegar nunca nuestra oportunidad de redimirnos.

 

    Llega muy adentro si eres de los que creen en la perpetua idea de agarrar el ahora o eres de los que creen que el periodo en el que se ha sentido más joven ya ha pasado, porque no es así, pasará en el momento que termines de ver The Spectacular Now y ahí reside la magia de sucumbir ante ciertos actos de fe.

 

_______________


Pies de foto:


    [Imagen principal] Luiki Alonso (2014).


Enlaces de interés:

 

    Las ventajas de ser un marginado http://www.filmaffinity.com/es/film494777.html


    The Spectacular Now http://www.filmaffinity.com/es/film755970.html

Volver al número actual
Comentarios
Luiki Alonso
Bibliotecario y documentalista casual, ilustrador, melómano y cinéfilo habitual
Raíces
Júlia Solans Viñeta mensual